Proverbios 3:31 No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos.
¿Porque los prejuicios de otros son ajenos a nuestro pensar, pero los nuestros deben ser aceptables? Hay aquellos que son rápidos en señalar nuestros problemas de hoy día, porque son de la generación del yo, yo solo y yo mismo. Yo no pienso que esto sea el problema. Cada generación en la historia ha tenido sus egoístas y solipsistas. No hay nada nuevo en nuestros prejuicios externos para el comportamiento de otros. Somos muy buenos en señalar la causa de los problemas de otros. Parece que no podemos señalar lo que causa las cosas de nuestros propios problemas.
Yo, yo solo y yo mismo ha sido la razón por la cual nos exponemos a las tentaciones, desde el primer pecado en jardín del Edén. Génesis 3:6 La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. Así como Adan y Eva, yo escojo pecar aunque me hayan engañado. Tengo que ser responsable de mí mismo en lo que hago y en lo que escojo hacer en la vida.
Yo, yo solo y yo mismo, escojo estar fuera de la iniquidad. Salmos 18:23 He sido íntegro con él y me he abstenido de pecar. Yo escojo o reprendo, lo que Satanas me ofrece. Prov. 3:31 No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos. Yo escojo darme por total a mi Señor Jesucristo, por el amor que Dios me ha demostrado. Entonces, entro a una relación verdadera con Dios el Padre, por medio de Cristo. Tengo el derecho de escoger a Dios y dejarlo entrar en mi vida. Sin ninguna excusa, porque soy yo, solo yo y yo mismo quien ha escogido amar o no amar.
¿Qué podemos decir y hacer entonces? Mientras estamos sentados en el trono de nuestro corazón, siendo egoístas. En el momento que le pedimos a Cristo que entre al trono de nuestro corazón y dejamos entrar su voz reinante, llegamos a ser lo que Dios siempre ha intentado que seamos, desde el momento que nos creo. La razón de nuestra existencia extenderá muy lejos nuestros puntos de vista, cortos e insípidos, sobre la vida cuando Cristo reina. Hemos nacido con eternidad en nuestro corazón y esa eternidad tiene el propósito de Dios. Ecle. 3:11 Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.
Cuando Dios pensó en nosotros individualmente y llegamos a ser seres vivos al nacer, Su visión para nuestra vida era eterna; fue eternamente divina y establecida. Dios podía vernos en un futuro eterno, cumpliendo en plan majestuoso de Dios. No importa qué tan grande podemos ver la vida y su propósito, no tiene comparación con la visión que Dios tiene para cada uno de nosotros. Salmos 139:6 Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.
Cuando yo, yo solo y yo mismo salimos del camino Dios y dejamos que Él tome su lugar verdadero en nuestro corazón, es cuando ya no tenemos que preocuparnos de escoger los caminos opresivos y violentos del hombre. Mis prejuicios ya no serán egoístas, sino guiados por el Espíritu Santo del Dios vivo. El Espíritu Santo me enseña cuál es el plan de Dios para mi mismo y para el prójimo. Juan 16:13a Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad.
Espero que todos podamos quitarnos del camino de Dios, para que Él pueda hacer su obra eterna y Milagrosa en nuestra vida. Amen.
Pequeño Asunto
Jeremias 32:27 «Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? Le pedía a Dios que me ayudara con algo pequeño esta semana y me di cuenta de que lo que estaba pidiendo era un asunto pequeño en comparación con las guerras...
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