Salmos 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.
Que imagen a la que nuestra amiga Glennis entró a nuestro primer hogar en Redcliffe, Queesland. Acabábamos de comprar nuestra primera casa, mi esposa estaba sentada en una silla mecedora, embarazada ya para tener bebé de un momento a otro. Nuestro hijo de cuatro años estaba sentado en su silla roja de plástico, yo sentado en el suelo y en medio teníamos la caja de la guitarra usándola como mesa para comer. Una caja de pizza estaba abierta, fue nuestra primera comida en nuestro nuevo hogar donde nos habíamos mudado ese mismo día.
“Entra y come con nosotros,” le dije, Glennis ve desde la puerta y empezamos a reírnos mientras se sentaba a mi lado en el piso y festejamos como primeros dueños de casa y exclamé, “No es mucho, pero es nuestro.” Efesios 5:20 Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
En la siguiente mañana, escuchamos que alguien tocó la puerta, era Glennis diciendo, “Sale y ayúdame con esto.” Ella tenía un trailer adjunto a su carro pequeño con una mesa Formica de los 1950 con borde y patas de cromo, más tres sillas diferentes. Ella dijo que las había encontrado almacenadas en la casa de sus papas, y las llevaba con la bendición de ellos. Entramos este regalo increíble para nosotros directo a la cocina y gozamos de esta maravilla.
En esta mañana yo vi a Dios en Glennis y en el brillo del cromo, como unas joyas llegando como provisión. Supe en mi corazón que acababa de ver a Dios en todo lo que nos estaba pasando. Gracias Glennis eres una verdadera hermana. Salmos 8:4 Me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»
Un día, estaba caminado en el museo de arte en Honolulu, y estaba atraído hacia un dibujo hecho con lápiz llamado ” Baile en el campo” del pintor Pierre-Auguste Renoir. No sé porqué me admiró tanto, pero si, estaba admirado. Estuve ante este cuadro muy quieto y por mucho tiempo, observando, como un dibujo tan simple hecho a lápiz había cautivado y movido mi propia alma. No me había dado cuenta del tiempo que había pasado hasta que las luces empezaron a difuminarse, pues las luces eran censores de movimiento. Fue cuando me di cuenta que no me había movido, que había estado en esta misma posición y que ya era el único en estaba es esta sala de exhibición. Fue un momento con Dios para mí. Este cuadro me había dado una satisfacción en mi vida, tenía una fuerza de creación activada en mi.
Yo aveces veo a Dios en la manera que las madres abrazan a sus hijos y se ríen entre ellos ó en un padre consolando a su hijo mientras caminan saliendo del campo de deporte después de una pérdida. Cuando yo estoy agarrado de la mano con mi esposa, cuando escucho las olas del mar ó cuando escuchas esa canción que te trae gozo y empiezas a cantarla no importando como suene tu voz, Dios está allí.
Dios está en la primera palabra que hablaron tus hijos, en el tirón de tu corazón cuando le limpias una lagrima a tu hijo. Dios está allí diciendo, “Estoy para ti” Nuestro Señor no es un aguafiestas tratando de confundirnos en cada idea que tengas. Al contrario, más probable es Él es quien te dio esa idea para ayudarte a llegar a ser esa persona quien Él creo. Si, Dios está allí y nunca te dejará y abandonará. Hageo 1:13 Entonces Hageo su mensajero comunicó al pueblo el mensaje del Señor: «Yo estoy con ustedes. Yo, el Señor, lo afirmo». Yo he visto a Dios en muchas ocaciones y en diferentes eventos esta semana. Gracias Señor por estar allí.
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