Prov. 10:27 El temor del Señor prolonga la vida, pero los años del malvado se acortan.
Un refrán yiddish: “Si su palabra fuera un palo, no podrías apoyarte en ello.”
Es este tiempo del año otra vez que gente con diferentes zonas, tallas y creencias hacen resoluciones de Año Nuevo para llegar a ser una mejor persona o por lo menos tratar de llegar a ser para lograr algo. Como a menudo se reporta, que èstas promesas a sí mismo raramente se realizan porque se necesita determinación, intención, personalidad de corazón y fuerza de voluntad para llevar a cabo cualquier cosa de valor duradero en la vida. La restauración prometida al alma y personalidad tiene que ser algo más que una declaración de fantasía o intento a empezar un nuevo año para lograrlo. Se necesita fortaleza y un sincero deseo para lograr lo que Dios ha escondido en lo más profundo en nosotros que dará a luz y saldrá en el momento adecuando en nuestra vida. Jer. 31:33 »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor —: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Este cambio de personalidad en nosotros se necesita más que una restauración, porque en la mayoría de los casos se nesecita restauración de alma y personalidad para sobresalir obstáculos en la vida. No queremos solo ser visto, haciendo lo que es correcto en la vida, pero haciendo lo que es correcto no importa si nos ven o no. Cuando vivimos en èste estado no tenemos que esperar hasta que venga el año nuevo para volver a empezar. Estaremos buscando por restauración inmediatamente en cuando nos damos cuenta que estamos fuera de alineación con lo que Dios está haciendo en nuestra vida. Restauración de corazón y espíritu será nuestro deseo. Salmos 51:12 Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. Si permitimos este tipo de cambio sincero en nuestra vida, entonces lo que hacemos y decimos se puede contar fiablemente.
Hay muchas áreas en nuestra vida que necesita una verdadera restauración y saneamiento. Una verdadera restauración viene del Señor quién es el que restaura nuestra alma y vida. Isa. 57:18 He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. Con frecuencia creemos que podemos cambiar nuestra profunda personalidad solos y sin embargo, solo tenemos que mirar alrededor y ver el desastre conque está el mundo y saber que estamos fracasando en componer cualquier cosa que vale la pena. Si en realidad podemos componer las cosas, no estaríamos mejor como raza humana? Juan 15:5 »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. La restauración del Señor es buena y completa. Dios restaura nuestra salud y nuestras heridas de la vida. Jer. 30:17-A Pero yo te restauraré y sanaré tus heridas—afirma el Señor. El Señor restaurará nuestra alma si le permitimos. Salmos 23:2 Confortará mi alma. El Señor va a recaudar nuestra capacidad de crecer y ser una bendición del uno para otro. Restaurará nuestra dignidad y auto estima en El. Joel 2:25 «Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas.
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