Proverbios 20:21 La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz.
Escuchaba a una joven que explicaba, que su madre estaba enojada con ella porque no quería el gabinete con los platos de china que se habían estado pasando de su abuela a la madre y ahora a ella o una de sus hermanas. Continuaba explicando que ella no tenía lugar en su apartamento pues era demasiado pequeño. Aún más, ella siempre pensaba que los platos eran feos. En todo caso, su madre estaba cansada de estar guardando la reliquia de discordia, y trataba de convencer a sus hijas que una de ella lo obtuviera, pero no pudo prevalecer en la transmisión de esta fea herencia. Prov. 20:21 La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz.
En lo que ponemos nuestros valores, determinará nuestro caminar de la vida, encontremos o no, paz en la vida. Mateo 6:21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Tomamos demasiado tiempo en la adquisición de cosas. No tengo ningún problema en obtener las cosas que necesitamos para vivir una mejor vida en éste temporal mundo, pero no al precio de nuestra paz eterna. A diferencia, de arte, metales preciosos y algunos vienes de raíces, la mayoría de las cosas solo tienen el valor que nosotros podamos obtener por ello. Lam. 5:2a Nuestra heredad ha caído en manos extrañas.
Puedo dejar una herencia monetaria a mis hijos y nietos. De todas maneras, en muchos casos, la herencia se malgasta en un poco tiempo. Pero, si puedo dejarles conocimiento de que ellos pueden tener una relación con Dios y escogen tener esa relación, entonces su herencia, será una eterna herencia. Prov. 13:22a El hombre de bien deja herencia a sus nietos. No podemos vender la herencia que se nos ha dado por Dios en un mercado donde todo se vende varato, gastado y usado anteriormente, porque el valor de nuestra sagrada investidura es dada por Dios que viene de su corazón puro y perfecto.
La herencia que Dios nos ha dado es de aun más allá de nuestra comprensión de su valor. Nuestros derechos como hijos en Cristo es eterno, puro y libre de fealdad y contienda. El valor eterno que Cristo nos ha dado por medio de su sacrificio nunca se entenderá completamente, porque ésta herencia es espiritualmente discernida. 1Cor. 2:14 Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento.
No hay nada en el mundo de valor para intercambiar por lo que Dios nos ha dado. Lo que Dios nos da, ya sea grande o pequeño, siempre tendrá un valor eterno. El regalo más pequeño o gesto de Dios tendrá más valor de lo que podamos comprender. Tendemos a valorar riquezas terrenales como medida de valor. Aún las riquezas del Rey Salomón no llegan cerca a una bendición sagrada, que Dios tiene planeado para nosotros. Dios nos está preparando una herencia real. No será fea ni engorrosa para almacenar. Será dándonos una vida eterna. Gracias Señor, que nuestra herencia en Cristo es real y auténtica. Amén.
0 Comments