Prov. 11:25 El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.   Nos llaman el consumidor. Somos quienes compramos. Stompin’ Tom Connors
   Terapia de compras es una terapia que muchos quieren vivirla. Es algo en nuestra sociedad del querer más y los líderes de nuestro consumo lo hace fácil para que podamos obtener más y más de los que podamos imaginarnos, más de lo que podamos necesitar, más parecer ser que todos queremos, más dinero, más casas, más carros, más comida, más vacaciones más y más. Hemos llegado a vernos melancólicos buscando sentirnos en casa en este rápido estilo de vida de obtener más de lo que podamos imaginarnos. La ansiedad que está muy dentro de cada persona no se puede explicar roe en el centro de nuestro ser. La mayoría de las persona sabe que hay más en la vida que ser dueño de cosas, pero ya no saben cómo divorciarse de todas las cosas que creen que necesitan. Parece haber presión para la gente cristiana quienes quieren estar seguros del amor de Dios, pero el sistema en que vivimos nos asegura que compremos nuestro lugar en la vida. La vida es un discernimiento espiritual y necesitamos saber lo que El Espíritu Santo nos dice para ir hacia adelante.
    Dios sabía que íbamos a luchar contra estas cosas llamadas más porque él nos creo para querer más de las cosas de Dios. Dios puso el deseo entre nosotros del querer más del poder del Espíritu Santo. Hemos sido inspirados por Dios el querer más de la relación con Cristo nuestro Salvador pero el enemigo de nuestra alma ha desviado nuestra atención usando nuestro deseo en las cosas del mundo sin valor duradero. El enemigo sabe que estamos comprando cosas constantemente y llegamos a ser tacaños y como el proverbio dice, “Pierde todo”  Mateo 6:19 »No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Claro que necesitamos vivir en esta tierra y necesitamos pagar a través de la vida pero no al precio de ser esclavos de lo que tenemos. Vivimos en un mundo donde la vida diaria  el costo es indignante en ciertas ocaciones y Dios lo sabe. Salomón, quien era el hombre más rico en ese entonces, aún el dijo que el dinero maneja la mayoría de los problemas. Ecle.10:19 Para alegrarse, el pan; para gozar, el vino; para disfrutarlo, el dinero. De todas maneras así como Salomón descubrió, el dinero no maneja los problemas de nuestra alma eterna solo cosas materiales. Dios ha dicho claramente a quienes lo siguen a El, que pongamos El Reino de Dios primero y las cosas de este mundo se resuelven en este mundo. Mateo 6:33  Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.  Dios también dijo Salmos 37:25 He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan.
     Dios quiere promovernos en este mundo. Dios se complace en darnos cosas buenas entre el ámbito de su reino. Lucas 12:32 »No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino. Nuestro Padre Celestial se goza en darnos el deseo de nuestro corazón. Salmos 21:2 Le has concedido lo que su corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden. Dios nos muestra que cuando gozamos en las cosas de Dios, El nos da el deseo de nuestro corazón. Salmos 37:4 Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Comprendemos y vemos que podemos vivir bien en este mundo pero solo cuando estamos al mismo nivel del corazón de Dios y para la expansión bendita de Su Reino.
    Terapia en compras o el consumir cantidades enormes de cosas solo por comprar o como pasatiempo ha perdido ese brillo para muchos. Somos creados para dar y ser una bendición en este mundo, extendiendo una mando en nombre de Dios. Dios no es tacaño y aún así lo tiene todo. Salmos 24:1 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan. Hemos sido creados el querer más de Dios para que podamos dar de nosotros cuando Dios en nosotros. Estamos agrandando la capacidad de nuestra alma cuando llegamos a ser más de lo que Dios nos creo a ser. Cuando la vida termina, el valor de nuestras cosas será, solo lo que den cuando lo vendan como cosas usadas. Lo que somos de corazón nos seguirá en la eternidad, donde habrá mucho más de lo que podamos comprender. ¿Que mas podamos querer que el regalo de vida eterna con nuestro mismo Dios? Si tú tienes a Jesucristo como tú Señor y tú Salvador entonces tú tienes todo y todas las cosas que necesitas para vivir en esta vida llegaran a ti. Que maravilloso es el Padre a quien servimos. Danos más de ti Señor nuestro Dios. Amen!