Proverbs 1:10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos.
Cuando hay un mar de humanidad reunida en un concierto, o en un carnaval lleno de gente, mi amiga Jessica, con una expresión arrugada de nariz en disgusto y desaprobación, describe los escenarios como un pozo gigante de gérmenes. Puedes ir a los eventos saludable pero, puede que no regreses de la misma manera. Yo sé exactamente a lo que ella se refiere, pues no todos son tan higiénicamente astutos y por eso pueden propagarse muchas enfermedades a otros. Esta imagen de un pozo gigante de gérmenes me pone a pensar de cómo el mundo es un pozo gigante de pecadores si dejamos que nos infecten por múltiples actividades de pecados y deseos ilícitos que están a nuestra disposición. Las similitudes en lo que Jessica decía suena como el padre advirtiéndole a su hijo que se mantuviera alejado del pozo de pecado de la comunidad. Prov. 1:10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos.
Hemos visto en los últimos años como toda clase de gérmenes (y todo lo que ésta palabra implica) puede una persona ser contagiada solo por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Similarmente, esto puede tomar lugar cuando alguien está caminando o dando vueltas en un distrito conocido que atiende a la pecaminosidad que la humanidad elige hacer, pagar o promover. El pecado, la iniquidad y maldades, finalmente se contagiarán si seguimos coqueteando con los pecados que tan fácilmente nos acosan. Heb. 12:1 Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Necesitamos protegernos de las transgresiones que están en abundancia y disponibles todo el día y a cualquier hora. La única manera que podamos tener fuerza para sobresalir el anzuelo del pecado es por medio de protección y poder del Espíritu Santo. Juan 16:13a Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los guiará a toda la verdad.
Dios el Padre nos ha dado la misma advertencia como el padre a su hijo cuando dice, “Hijo, si los pecadores quieren engañarte la maldad, no los sigas.” No caigas en muchos de los trucos y trampas que el enemigo de nuestra alma nos ofrece para que todos caigamos. El pozo de pecado es un pozo muy difícil de salir media vez la persona está estable en una vida de iniquidad. Las escrituras usa las palabras Arcilla Fangosa para describir la clase de cenagal oscuro del que hay que salir, es un ejemplo perfecto de la dificultad en que uno se encuentra cuando trata de escapar de los resultados del pecado al cual hemos escogido.
La Arcilla Fangosa agarra muy rápido a lo que está atrapado en ella. Su espesa arcilla viscosa se adherirá a todo lo que toque y dejará el hedor de su ciénaga en fermentación sobre y alrededor de la persona atrapada en el rezumante desastre. La combinación de arcilla, suciedad y olor abruma todo lo que la persona quiere tratar de hacer. Tratar de limpiarse es un calvario, y es por eso que necesitamos al Señor Jesús que nos saque libres de ese pantano de iniquidad. Salmos 40:2 Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Podemos ser rescatados porque con Dios todo es posible. Podemos ser salvados y sanados, incluyendo ser acarreados de las consecuencias de la vida manchada de pecado. No será fácil, pero si se puede cambiar de dirección.
El Pastor Bryan Grant lo dijo mejor, “Si no te gusta lo que estás cosechando, entonces cambia lo que estás sembrando.” Si no te gusta el olor que estás emanando como resultado de la vida que estás llevando, entonces cambia lo que estás sembrando. Si no te gusta el pozo en el que te encuentras atrapado, entonces cambia lo que estás sembrando. Si no te gusta el pozo gigante de gérmenes a quien ya eres parte de, entonces cambia lo que estás sembrando. Gál. 6:7 No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. Esta clase de sembrar pecado solo llega a empeorar, porque finalmente, el sembrador de corrupción cosechará mucho más dolor de lo que esperaba. Ose. 8:7a »Sembraron vientosy cosecharán tempestades.
Tenemos que escapar de la vieja manera de vivir y necesitamos mudarnos a un nuevo territorio de piedad que Jesús provee por medio de su sangre y de su sacrificio. Hay pozos de pecado y gérmenes en el mundo entero, y tenemos que elegir si vamos a participar o no en lo que Satanás nos ofrece. Muchos van a escoger participar en lo que el pecado ofrece, pero eso no quiere decir que tenemos que unirnos a ellos. Si estamos en Cristo, podemos derribar (por medio de fe y oración) ese agarre que afecta a los débiles de corazón. Las armas que Dios nos da son poderosas en demoler los espíritus malos y su efecto en promover el pecado. Por medio de la fe en Cristo, somos los soldados y ministros para hacerlo. 2Tim. 2:3 Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús.
Siempre habrán y siempre habrá, pozos de gérmenes, pozos de pecado y arcilla fangosa para caer. Siempre habrán pozos de desesperación, depresión y destitución por salir gateando. No podemos efectivamente salir de estos pozos solos. Necesitamos la obra de milagro que está en Cristo y el poder del Espíritu Santo para llenar nuestras vidas y ayudarnos a vivir con justicia para que permanezca toda nuestra vida. Gracias Señor, Dios, por darnos por escoger el vivir afuera de este listón de pecados en pozos oscuros y sepulturas en las que nos encontramos diariamente. Gracias, Señor por darnos tu fuerza para caminar en tu justicia y salvación. ¡Amén!
0 Comments