Proverbios 8:4 «A ustedes los hombres, los estoy llamando; dirijo mi voz a toda la humanidad.
Como todo avivamiento en el pasado, todos han llegado a tener el deseo en el corazón de la gente, que la voluntad de Dios se manifieste. Además, el deseo de ver a Dios moverse en la tierra, liberando numerosas almas de una eternidad sin Cristo. Todos queremos que el movimiento de Dios se mueva y nos traiga el mayor avivamiento que exista, pero tenemos que salir de su paso para que se pueda llevar a cabo su voluntad a nuestro destino. El simplemente sacar un letrero empolvado enfrente de la iglesia diciendo “Avivamiento Está Semana, Entre Las Horas de 7:pm a 8:pm” no funciona. Se va a necesitar humildad de corazón hacia El Espíritu Santo y dejar que haga su obra eterna muy dentro de nosotros, que es necesario hacer para santificarnos para el uso de Dios.
El nuevo sonido del Señor es un nacimiento ungido de santidad inspirado por Dios. El Señor es quien guía a Su gente a un avivamiento del corazón y lo hace de una manera en que todas las personas de esta tierra puedan participar de una efusión de Su gracia. Hab. 2:14 Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del Señor. Si el Señor te pide que ores por un nuevo sonido del Espíritu Santo, no lo dejes para un después. Prov. 8:4 «A ustedes los hombres, los estoy llamando; dirijo mi voz a toda la humanidad. No digas, “Dios no me usa para traer un avivamiento mundial porque no estoy espiritualmente conectado a Él.” Hay muchas personas que dicen la misma cosa y es por eso que necesitamos un nuevo movimiento del Señor y avivar nuestro corazón. Dios puede y usa a quien Él quiere.
El Avivamiento es una idea de Dios y es una necesidad para nosotros. Dios no necesita avivamiento, nosotros si. Tenemos que tener un enfoque nítido en lo que Dios está haciendo para que dejemos de ver los domingos y después de los domingos como unos drones en actitud. Tendríamos una muerte lenta entre nuestra alma si no llegamos a tener vida en lo que Dios está haciendo. Hemos sido creados para vivir y estar vimos en el espíritu de Dios. El tener al Señor del universo morando entre nuestro corazón no es una cosa pequeña. Es un más allá de lo que podamos imaginar. Lo único que podría parar lo nuevo del poder del Espíritu Santo entre nosotros, son las limitaciones que le damos a Dios.
El nuevo sonido que vendrá de nuestro corazón es un avivamiento de resurrección, poder y amor para nuestro Señor. Preguntémosle a Dios que quiere hacer con nuestra iglesia y preguntémosle cual es la respuesta para nuestra vida para llegar a un acuerdo con lo que Dios está haciendo. Dios nos invita a invocarlo para las respuestas que necesitamos. Jer. 33:3 “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Señor, pedimos tu ayuda para hacer lo que sea necesario en nuestro corazón, para llevar a cabo el avivamiento que el mundo entero necesita en estos tiempos. Padre, que tu voluntad llegue a cabo sobre la tierra así como es en el cielo. Danos un derramamiento del Espíritu Santo como no hemos conocido o visto hasta hoy día. Que así sea. ¡Amen!
0 Comments