Prov. 16:9 El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.
Estaba hablando con un hombre que su hija joven había estado en un accidente de motocicleta muy duro. Esta joven fue bendecida en escaparse de este accidente sin ninguna herida mayor. El gozo en el corazón de este padre era una alegría contagiosa cuando contaba el milagro que su hija y su familia habían pasado. Me di cuenta en ese momento que su milagro era mi milagro, era una verdadera bendición ver a su hija parada al lado de su padre siguiendo ser parte de esa familia en buena salud.
Este es el gozo que llegamos a tener cuando verdaderamente entramos al reino de Dios por medio de Cristo. Tenemos esperanza en la familia de Dios porque somos la familia de Dios. Juan 1:12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
El milagro de nacer de nuevo en Cristo es increíble cuando realizamos que nuestra salvación llega a ser tambien un milagro para todos, porque la humanidad ahora, llega a tener al hombre y a la mujer de Dios en- quien Dios creo su propósito. Ya no más un individuo egoísta quien era solo de recibir, quitar, obtener y mentir falsamente su presentación como hombre hecho a sí mismo. Salmos 100:3 Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado.
Milagros y bendiciones nos pasan continuamente y se manifiestan cada día. Nosotros hemos dejado de verlo claramente aún que estén enfrente de nosotros mientras respiramos la vida que Dios nos ha dado. Salmos 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Mientras planeamos nuestras metas en la vida nos encontramos a menudo pensando de que sí vamos bien en la vida, cuando en realidad Dios ha estado guiando nuestros pasos. Prov. 16:9 El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. Cuando obtenemos esta realidad encontraremos más fácil gozar con aquellos quienes se alegran de los éxitos de otros. Mientras Dios guía aquellos que han dado su vida a Cristo-sus milagros llegan a ser los milagros de otros.
Algunos se preguntarán, “¿Que pasa conmigo individuamente?” ¿Pierdo mi valor propio o identidad si llego a ser un seguidor común de un dios? De algún dios-si! Pero de Dios-no! El milagro durante el universo que sostienen la vida es el amor de Dios. El amor de Dios y el sacrificio de Cristo nos da poder de vida eterna con amor que sostiene. El amor de Dios no tiene tormenta. Un verdadero amor da vida y sostiene lo suficiente en dar lo mejor que tenemos de Dios a todos a quienes El ama. Tenemos que aceptar Su amor y caminar en El para vivir una vida con propósito. Jer. 29:11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Mientras envejezco y maduro en el regalo de Dios que me ha dado por medio de Cristo y la obra ya hecha en la cruz, encuentro verdaderamente tu milagro como mi milagro. Me bendice el corazón cuando veo a Dios haciendo milagros amorosos y abundantes en mi familia, amigos, hermanos y hermanas en Cristo. Mira a tu alrededor las bondades de Dios. Claro que hay muchos horrores también tratando de obstruir en que veamos los eventos de milagros que pasan enfrente de nosotros. De todas maneras, si con solo sientes tu propio pulso y te sonríes en la maravilla de lo que es, llegarás más rápido en que empieces a ver otras maravillas que pasan en tu vida.
El ser posible de caminar con Dios es un verdadero milagro y no rechazarlo como algo común. Lo maravilloso es el milagro que obtiene. Isa. 46:4 Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. Esto es nuestro milagro. Dios los bendiga.
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