Proverbios 15:23 El temor del Señor imparte sabiduría; la humildad precede a la honra.
Es impresionante escuchar a personas describir con claridad el porqué y la razón por la que están en la tierra. Su intuición en el saber su llamada, su propósito y su razón con que pueden expresar, me hace pensar si tal vez no asistí a esa clase en el porqué estamos aquí, porque ellos tienden a tener todas las respuestas a su vida. Ellos quieren cambiar al mundo a algo mejor, pero muchos de ellos terminan chocando en contra de una pared de latón cuando viene del propio caractér, lo que se necesita para lograr esas demostraciones de fuerzas tan colosales que se han propuesto ellos mismos a cumplir. Como Leo Tolstoy dijo, “Todos quieren cambiar al mundo, pero nadie quiere cambiar en sí mismo.” Ahí está el problema. Tenemos que estar dispuestos a cambiar por Dios para Su uso. La visión de Dios a nosotros, nos transformará al individuo que somos realmente y desarrollar nuestra singularidad que será expresada por medio de nuestro Salvador Jesucristo.
Algunas de nuestras historias cortas están llenas de formidables retos y grandes errores para sobresalir. Con descripciones coloridas de la conquista del más allá, nuestra historia se está grabando en el corazón del hombre. Otras historias de personas son tristes y describen vidas desperdiciadas, descoloridas así como la tinta de sus bolígrafos que fueron terminados. Somos de historias de héroes de valentía quienes dimos la vida a Dios para bendecir la habitabilidad de Su creación. Mientras que otros crearon historias de horror porque ellos insistieron siendo nihilistas, no creyentes, quienes no aceptaron la existencia de nuestro Creador. Para mientras, todos somos por Dios por cuya afectuosa comunión con Él elevamos nuestros corazones. Can. 2:4 Me llevó a la sala del banquete, y sobre mí enarboló su bandera de amor.
No dejes que Satanás, el editor malo, reescriba tu crónica con su bolígrafo de veneno haga una corrupta narrativa a su favor quien falsamente te acusa quien eres. No dejes que el diablo, quien continuamente te acusa de pecado, tenga un espacio en tus páginas santas quien están grabando tu trayecto en esta vida. No hermanos, esta es nuestra historia expresando victoria de nuestra relación con Dios omnipotente. No es otra mala suerte quien me tiene en lastima, haciendo drama, representado a gente que insiste en vivir en su propia arcilla fangosa. Cuando nosotros le damos nuestra a vida a Cristo y le dejamos que Él llegue a ser nuestro autorizado publicista, entonces nuestra historia será escrita con su sangre sacrificada quien nos lava de todo pecado y desacreditar cualquier mala critica que el enemigo ha escrito acerca de nosotros. Nuestro nombre está escrito en el corazón de Dios para siempre. Que gran historia la que es y será. Bendiciones y paz para cada uno de nosotros.
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