Prov. 8:5 Pues lo hiciste poco menos que un dios, y lo coronaste de gloria y de honra.

      Filósofo Francés Michel de Montaigene dijo, “Mi vida ha sido llena de terribles desgracias la mayoría nunca sucedieron”      
      Que vida de horror y ansiedad para muchos de nosotros que nos preocupamos apretándonos las manos una y otra vez. Preocupándonos de cosas que nunca han pasado y en muchos casos nunca nos van a pasar. Tomamos posición de ansiedad y lo llevamos a nuestro propio ser a punto de afectarnos la salud y la paz mental. Nos esforzamos en tratar de pronosticar nuestra vida como si fuera imposible vivir con incidentes desagradables y problemas. Qué tontos podemos ser, expresar tanta amargura de corazón por cosas del pasado y al mismo tiempo ejercer tanta ansiedad  para lo que pueda pasar en el futuro. Muchas veces se nos olvidad vivir el dia de hoy y no en el pasado o en el futuro. Jesus nos advirtió acerca de este comportamiento irracional y nos pide que nos enfoquemos y vivamos el dia de hoy. Mateo 6:34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
      Si pudiéramos tomar el día de hoy y vivirlo a su plenitud de nuestras habilidades, podríamos ver atrás en nuestra vida y ver que nuestro Señor nos decía la verdad, El estaba con nosotros desde el principio. Si pudiéramos calmar nuestro corazón y empezar a vivir este momento sería posible de sacar afuera recuerdos tan claros y profundos de nuestro pasado y darnos cuenta el favor, protección y guía que era predominante en todo el camino. 2 Sam 7:9-A Yo he estado contigo por dondequiera que has ido, y por ti he aniquilado a todos tus enemigos. Aveces en medio del problema y del terrible evento en que nos encontramos, nos preguntamos “¿Dios en dónde estás en todo esto?” Al pasar el tiempo nos damos cuenta que Dios estaba a nuestro lado ayudándonos durante la tragedia que parecía ahogarnos en ese momento. Isa. 42:10 Canten al Señor un cántico nuevo, ustedes, que descienden al mar, y todo lo que hay en él; canten su alabanza desde los confines de la tierra, ustedes, costas lejanas y sus habitantes.
      ¿Que cambiaríamos en nuestro corazón, vida y actitudes si supiéramos que nuestro Señor estaba allí, a nuestro lado siempre?  ¿Que cambios en nuestro pensamiento tomaría lugar en nuestra mente si pudiéramos contar con el hecho de que Dios estaba a nuestro lado en cada momento? ¿Viviremos más en el presente sin miedo a ansiedades? Aun así, la Biblia dice que tenemos ese regalo de Dios hoy. Deut. 31:6 Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.» De hecho el nombre de Dios nos dice que esto es verdad. Jehova-Sama es uno de los nombres de Dios que significa, “El Señor está allí.” Eze. 48:35 »El perímetro urbano será de nueve mil metros. »Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: AQUÍ HABITA EL Señor.»     
      Por eso es que Dios nos advierte que tengamos placer en el día que estamos viviendo a su máximo porque Dios está con nosotros. Dios nos puede animarnos diciendo, “Aprovecha el día. Es el único que tienes.” Salmos 118:24 Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Yo sé que estamos en un constante bombardeo de miles de mensajes de miedo en una base diaria de todas direcciones y aparatos. Estamos inundados con advertencias de fatalidades catastróficas sino nos apuntamos en ayudar en la última campaña de ayuda. Esta corriente de promovedores de miedo nunca termina. Si, tenemos que ser responsables en la vida pero no fundirnos en lo que pasó ayer y perder la oportunidad de un buen mañana por estar distraídos en nuestro capricho. Tonterías abundan a nuestro alrededor. Nosotros que conocemos a Cristo y sabemos que Dios está a nuestro lado guiándonos el camino para descansar en el poder del Espíritu Santo. Dejemos que seamos nosotros los que vivamos hoy en el día de salvación y tener el gozo en el regalo de vida que Dios nos ha dado hoy. 2 Cor. 6:2 Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.» Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!
     Mientras tomo un paso atrás viendo en el pasado y teniendo miedo del futuro, puedo decir con el corazón lleno, “Gracias Señor que tú has estado allí siempre, soy tan bendecido saber que nunca me dejas o me abandonas. Verdaderamente eres un buen Dios y padre hacia mi. “Mateo 28:20-B  Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.