Prov. 28:20 El hombre fiel abundará en bendiciones, pero el que se apresura a enriquecerse no quedará sin castigo.
Selah: Piensen en ese Proverbio.
Tal y como lo he dicho en el pasado, “Cuidado con los esquemas para enriquecerse rápido, porque él único que se enriquece es el que pensó en el esquema”. Algunas veces son las verdades simples de la palabra de Dios las que son más profundas. La lealtad con el Señor traerá bendiciones; la lealtad para la riqueza rápida solamente traerá dolor, porque el enfoque en el corazón de la persona se convierte en una obsesión por las riquezas mismas y no al que nos bendice con estas riquezas. Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Tomás Aquinas dijo: “lo que amamos nos dice quién somos”.
La mayoría de insatisfacciones en nuestras vidas son porque hay algo que deseamos en este momento y que no podemos tener. Santiago 4:2 Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. 3 Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. En este punto comenzamos a pensar que hemos sido suficientemente leales con Dios y que Él debería entregarnos lo que deseamos ahorita mismo. Nos enojamos con Dios porque sentimos que nos debe. Terminamos corrompiendo nuestra relación con envidia y dolor innecesarios. Gracias a Dios en ese momento el Señor aún nos ama y nos sigue guiando a través del desastre que hicimos. Isaías 30:31 Porque Asiria, que hirió con vara,
con la voz de Jehová será quebrantada.
Como lo dice el Proverbio, “Un hombre leal debería tener muchas bendiciones. ¡Claro, eso dices! ¿Qué hay para mí? Bueno, dejando de lado nuestra salvación eternal (si esto es possible) están estas bendiciones. Salmo 31:23 Amad á Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que obra con soberbia. 24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento. Salmo 68:19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas.Salmo 103:2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. ¿Esto no es suficiente para estar agradecido? ¿No es esto suficiente para asegurar nuestra lealtad para con Dios quien nos ama con un corazón puro?
Conforme maduramos en la palabra de Dios y crecemos en el amor y el poder del Espíritu Santo, podemos contar con la lealtad de Dios hacia nosotros. Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? El Señor nos ayuda a ser leales a través del Espíritu Santo. Romanos 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Tenemos las mejores intenciones de Dios hacia nosotros. Jeremías 29:11 Porque yo sé los planes que tengo[a] para vosotros” —declara el Señor— “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.Con todo este apoyo divino, seamos leales a quien nos amó primero.
Job 5:8-A Ciertamente yo buscaría a Dios. Padre, en el nombre de Jesús te pedimos que continuamente presiones a nuestro corazón para ser fiel hacia ti y todos aquellos a los que Tú amas. Danos tu fuerza, Señor, para que seamos encontrados fieles en el día por venir. Amén.
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