Prov. 3:13 Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia.
Mi amigo y mi pastor David Kalaman estaba explicando algo de su sermón a unos de nosotros. Esto me iluminó y se quedó muy dentro de mi ser como una zarza a la piel de un animal del bosque. Esa iluminación fue enganchada y establecida. ¡Entiendo! La visión de esa palabra de Dios en particular me pertenecía y podía ser usada para mi integridad en la vida. Prov. 3:13 Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Nos preguntó cuál era el atributo principal de Dios o su naturaleza y así, como la mayoría de nosotros pensamos yo le dije, “Amor.” Otros dijeron justicia, misericordia, bondad etcétera. Él dijo “¡Santidad!” 1 Pedro 1:16 Pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo»
Mi entendimiento de la explicación del pastor David fue así, Sin Santidad, el amor es solo una emoción sensual y euforia. Justicia sin Santidad es lo que la persona considere que sea, aún podría recurrir fácilmente a ojo por ojo, si no está fundado en Santidad. La misericordia o la bondad que dispensamos solo llega a ser una interpretación social a base de quienes somos y de la manera que fuimos creados sí, la misericordia no es basada en Santidad. “¡Lo entendí!” Santidad determina Integridad y bienestar en todo lo que hacemos.
Hasta que filtramos todo lo que hacemos en nuestra vida por medio de la Santidad de Dios, todo esto no es más que religión y humanidad. “¿Estos actos solos son buenos? Claro que lo son. Son buenas obras y frecuentemente con buenos resultados. Sin embargo, estas buenas obras no tendrán la tracción para la integridad en la vida que la Santidad produce por medio de Dios. Santidad filtra todos los planes egoístas y carnales. Una auto-justicia con que las personas se tropiezan al tratar de hacer las obras de Dios en su propia fuerza. La barra medidora o la línea de plomada que usamos en la vida tiene que alinearse con la que Dios usa en Su santidad. ¡Dios es santidad! El no puede ser fuera de lo que no es. Lev. 20:26 Sean ustedes santos, porque yo, el Señor, soy santo, y los he distinguido entre las demás naciones, para que sean míos. Pertenecemos a El, y El quiere que determinemos todas nuestra decisiones por medio del mismo filtro que El usa que es Santidad.
Jesus estaba explicando éste concepto en lo que nosotros le llamamos El Sermón del Monte o Bienaventuranzas. En seis sitios en el capítulo cinco del evangelio de Mateo, Jesus dijo, “Has escuchado que se ha dicho a nuestros antecesores, no (no hagas esto o el otro) Jesus expicó, “Pero YO te digo.” Jesus estaba filtrando la palabra de Dios que la gente la había bajado a algo común, a un lugar de Espíritu de Santidad en que debería de ser la ley. El hombre no puede hacer esto ellos mismos sino por Jesus mismo, el perfecto y santo sacrificado clavado en la cruz, pudiendo dar la santidad de Dios a cualquiera que lo acepte como su Señor y Salvador. Mateo 5:27 »Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. 28 Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. El adulterio filtrado por medio de Santidad no sólo quita el hecho, sino que también por medio de Cristo quita la tentación y el plan para el acto. Santidad, por medio de Jesucristo, nos trae integridad en todas las cosas que hacemos y pensamos.
Jesus lo ha hecho posible por medio de Su santo y perfecto sacrifico en la cruz para que tengamos vida con santidad completa en Dios. Sí, filtramos y procesamos nuestro camino como cristianos en fe de Cristo y su Santidad, también tendremos integridad de vida hoy por siempre. Rom. 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Gracias pastor David, por esta palabra viva. ¡La necesitaba y la entiendo! Santidad es Integridad.
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