Prov. 31:21 Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados.
Cuando el verano empieza anunciar su ausencia con los últimos botones de rosas esforzándose a dar su último despliegue. Las noches de octubre anuncian el frío y la escarcha que pronostica la llegada del invierno. Los rosales sostien su temporada final de floración susurrando un mensaje dentro de mi, resultando en una de las lecciones de la vida que se pueden extraer cuando uno se detiene apreciar el aroma de las rosas.
Considerando los esfuerzos y obstáculos conque las rosas de octubre se encuentran en su intento diario de existir, los cambios frecuentes de temperaturas y los vientos frios que vienen del norte toma la mortalidad de esta flor romántica. Por fin, la temporada de seguir creciendo llega inevitablemente, aún así estas flores persisten en expresar su encanto de terciopelo hasta que cae el último pétalo.
Esta expresión de sobrevivir inculca una noción dentro de mi, en que he tenido el privilegio de conocer personas de carácter y fuerza de voluntad que son hechas con esta misma integridad de persistencia conque viven. Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Conocemos personas que han enfrentado probabilidades insuperables y que superaron su batalla más feroz. Aún asi, mantenían la integridad de Dios en su corazón. Así como las rosas de octubre, éstas personas continúan floreciendo y expresando lo que Cristo ha puesto en su corazón, no importa cuál sea la temporada que están pasando con su inevitable horizonte. Todos podemos nombrar a una persona quien nos trajo palabras de salvación, ayuda o respuesta a la situación en que vivimos, en ese momento esas personas fueron respuesta de nuestras oraciones, aunque ellos mismos estaban batallando problemas mayores. Como las rosas de octubre sus corazones florecieron aún más grande porque Cristo es el Señor de sus corazones. Efesios 3:20 Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros.
Leemos y escuchamos de actos grandes de valentía que tomaron lugar en la Biblia. David y Goliat, Moisés y el Mar Rojo, Sansom en guerra con una mandíbula de burro, Elíseo en el monte Carmelo, Sebastián sentenciado a muerte por su fe y alabando a Dios mientras la multitud lo mataba. Estos actos increíbles de valentía son para nosotros, para edificar nuestra fe por medio de Dios quien hizo estos milagros posibles.
¿Pero que hay de ti y de mi, las personas que caminamos nuestra fe día a día con Cristo? ¿Tenemos esta clase de valentía en nosotros? Yo sé que si, puesto que lo hemos visto en formas menos dramáticas todos los días en personas con quien caminamos en nuestra vida. Solo tenemos que parar lo que hacemos y apreciar la fragancia de las rosas por decirlo así y apreciar lo que Cristo hace a nuestro alrededor. Estas rosas de octubre continúan floreciendo y no tienen miedo de la siguiente temporada en la vida, no importa que batalla están enfrentándose. Filipenses 3:13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante. Levántate y empuja hacia adelante, haz un despliegue de fuerza espiritual frente a tu viento feroz del norte. Florece donde Dios te ha sembrado en Cristo.
Toma tu tiempo esta semana y aprecia la rosas que están en su despliegue final, piensa en su valentía que éstas rosas te hagan recordar. Toma un momento y agradecerle a Dios por esas personas y ora una bendición por ellas. Efesios 6:18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. Se fuerte en El Señor, nuestra siguiente temporada está por venir. Bendiciones.
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