Prov. 14:18 Herencia de los inexpertos es la necedad; corona de los prudentes, el conocimiento.
Un plan de cien años en esto “Lo quiero ahora” una generación que ha de ser difícil de planearlo. No necesariamente que ésta generación tenga la culpa. Son bombardeados por todos lados con “puedes tenerlo todo sin ningún primer pago” Anuncios constantemente de esta clase en cada medio de comunicación. Esta generación necesita sobre vivir todo esto con saber cómo escoger lo mejor para ellos. Diciendo todo esto tal vez suene como un hombre viejo con ansiedades de ver lo que le está pasando a esta generación, pero estoy tratado de ayudar y educar a la generación que viene hacia virtud. Estoy intentando de dejarles una herencia con valores y principios de Dios. Manteniendo nuestra mente firme y contemporánea, al mismo tiempo puede ser difícil por la rápida aceleración de cambio constante a nuestro alrededor. De todas maneras los principios de la palabra de Dios nunca cambia. Siempre podemos contar con la palabra de Dios para satisfacer nuestras necesidades en cada generación, ahora y las generaciones que vienen a lo largo. Heb. 13:8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
Dejando una herencia de bendiciones para la siguiente generación puede ser difícil si es que no quieren lo que tenemos. Si no puedo obtener la siguiente generación interesados en un plan de un año de vivir con valores y principios victoriosos, entonces ¿cómo puedo obtener un plan de diez o cien años? Si estamos intentando de transmitir la importancia de mantener nuestros valores, entonces debemos de tener y mostrar fruto en nuestra propia vida que es cierto de lo quedamos diciendo digno de tener. Hablar es fácil, pero la Victoria es poderosa. Pro. 8:21 Enriqueciendo a los que me aman y acrecentando sus tesoros.
Se ha dicho que los niños sufren la consecuencia del comportamiento de los padres. Si esto es cierto en una familia, ¿cuanto más en un estado, provincia o en una nación? Tenemos que ofrecerle a la siguiente generación algo de substancia y valor para construir caracteres y corazones. Tenemos que mostrarles el valor de buscar a Dios primero y sobre todo en nuestras vidas. Mateo 6:20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.
¿Es lo que has llegado a ser en Cristo digno de compartir con la siguiente generación? Tienes un gozo verdadero en El Señor o es lo que mantiene tu existencia fastidiosa? ¿Estamos traduciendo el amor de Dios y el hecho que Dios es nuestro mundo? Solo que la siguiente generación vea claramente la plenitud de Dios obrando en nuestra vida, porque entonces les interesaría lo que representamos. Necesitamos completar uno al otro y no competir entre nosotros. Tenemos una gran y maravillosa herencia en Cristo que se nos ha dado por medio de gracia. Efesios 3:7 De este evangelio llegué a ser servidor. Este fue el regalo que Dios me dio por su gracia, conforme a su poder eficaz. Seguro que podemos dar este regalo a la siguiente generación con la misma gracia. Si vivimos nuestra vida con un pacto honesto con nuestro Salvador, entonces el fruto de esa relación llega a ser codiciada por otros que están buscando por algo real. Deja una herencia real para la siguiente generación conque ellos puedan contar que les da vida. Bendiciones.
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