Proverbios 18:19 Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela.
Después de unos años de encierro y la mitad de asistencia de nuestra congregación, aún más el mandamiento de las medidas de protección que eran requeridas durante la pandemia, la pregunta era, ¿Qué pasó con esta y otra persona? Parece ser parte de la conversación últimamente. Han habido muchos cambios en estos tres últimos años, incluyendo caras en nuestra congregación. Así como van regresando poco a poco a congregarse en nuestra iglesia, uno no deja de darse cuenta que hay muchas caras que hacen falta. ¿Qué pasó con las caras familiares que asistían, antes de que el mundo cambiara?
Fue triste saber que unos de ellos fallecieron, mientras que otros se mudaron a diferentes ubicaciones por la provincia y por el país. Unos miembros de la iglesia se acomodaron al servicio de los domingos en línea que aún está disponible. Lo que más me desanimó fue, el enterarme de que unos de los que hacían falta no regresaron porque habían sufrido una ofensa durante este tiempo en que la iglesia estaba pasando por pruebas difíciles. Los diferentes campos en creencia hacia todos los mandatos de gobierno derrumbó los corazones de algunos. El resultado de los argumentos fue que se llegaron a odiar y mal interpretar, salieron enojados para no regresar. Prov. 18:19 Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela.
¿Qué precio tiene la pérdida de congregarnos a cambio de un argumento que en muchos casos ya no importa después de que este evento terminó? Perder ese compañerismo de un hermano o de una hermana en el Señor por una diferencia de opinión no vale la pena estar molesto por estar o no estar en lo correcto en el momento. Alguien puede decir, “Esa persona es inmadura si va a estar ofendida por un desacuerdo.” Esta declaración puede ser correcta, pero no cambia el hecho de que están heridos y en necesidad de la gracia de Dios para superarlo. Ya que somos representantes del Señor, entonces necesitamos extender la misma gracia a ellos como la que Dios nos ha dado. Gál. 6:1 Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.
No se necesita mucho para estar en desacuerdo. Si no estamos alertos a la táctica del enemigo, Satanás se va asegurar que nos demos cuenta de cada pequeño detalle que viene hacia nosotros. Necesitamos poner atención a la voz de Dios en el perdonar en lugar de la voz de Satanás de venganza. 2Cor. 2:11 Para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas. La vida no siempre es blanco o negro y pueda ser difícil en llevarnos bien con cada persona que conozcamos durante nuestro camino con el Señor. De todas maneras, podemos hacer lo mejor de no ser la razón de que alguien rechace a Dios. Así como Pablo escribe en Rom. 12:18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. Puedo adaptar mi actitud en caminar en la paz de la bondad de Dios y dejar el resto a Dios.
Leyendo el libro de Hechos, aquí la pregunta es, ¿Qué pasó con Bernabé? Puede que suene de la misma manera como preguntamos de aquellos que ya no los vemos los domingos en la mañana. Barnabé fue a Tarso a buscar a Saúl. Hechos 11:26 Y, cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez. Fueron juntos y empezaron una de las campañas del evangelio más asombrosas de ese tiempo. Fue donde nació la primera iglesia del Nuevo Testamento y la asociación ungida de Bernabé y Saúl, empezó a conocerse en el nuevo mundo como Cristianos y a extenderse por todos lados.
El equipo de Saúl y Bernabé era una fuerza reconocida, y Satanás necesitaba frenar a estos dos poderosos hombres. Estaban llenos del Espíritu Santo y la obra de tinieblas se estaba destruyendo. ¿Qué fue lo que Satanás usó para distanciarse uno al otro? Hechos 15:37 Resulta que Bernabé quería llevar con ellos a Juan Marcos, 38 pero a Pablo no le pareció prudente llevarlo, porque los había abandonado en Panfilia y no había seguido con ellos en el trabajo. Fue un asunto de diferente opinión en el que Marcos fuera parte del ministerio. Hechos 15:39 Se produjo entre ellos un conflicto tan serio que acabaron por separarse. Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre.
La discusión fue sobre un hermano Cristiano. ¿Hemos escuchado de que esto haya pasado hoy día? Si, Satanás todavía usa la misma táctica. Lo triste es que ya nunca volvimos a saber qué pasó con Bernabé y nos damos cuenta que Pablo y Marcos se reconciliaron puesto que terminaron trabajando juntos. Pablo dijo que necesitaba a Marcos. 2Tim. 4:11 Solo Lucas está conmigo. Recoge a Marcos y tráelo contigo, porque me es de ayuda en mi ministerio. Cuando llegó Marcos, será que Pablo le haya preguntado, “Oye Marcos, ¿que pasó con Barnabas? Mientras vamos regresando a congregarnos y dándonos cuenta que hacen falta personas y preguntarnos porqué no han regresado. Sabemos que podemos ser reconciliados si lo hacemos de la manera de Dios, y eso es por medio del perdón entre uno y otro. Amén!
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