Proverbios 3:25 No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
Que desastre ha resultado este mes. La vida a cómo la conocemos se ha cancelado y está en un alto. El mundo está lleno de temor y está respondiendo a ese temor con payasadas ridículas. La reacción mundial a este virus infeccioso está llevando al gobierno y a los proveedores de servicio de salud a responder con una sobreabundante cantidad de información. Se ha puesto un desastre de minuto a minuto transmitiendo inseguridades, en lugar de dar un conocimiento verdadero a las preguntas que se están haciendo. El problema es, tu no sabes, a lo que es desconocido para ti. Entonces, terminan por alcanzar respuestas que son reaccionarias en ese momento. Prov. 3:25 No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
Cada vez que leemos eventos históricos en el pasado como plagas y pestilencias invadiendo al las personas del mundo antiguo, a menudo ridiculizamos su ignorancia respondiendo a los eventos que vivieron. Nosotros aveces nos burlamos a las respuestas que tienen para desviar las enfermedades de su casa. Venenos, hechizos y bailes especiales que usaban para sacar los malos espíritus que estaban sobre ellos. Esto frecuentemente se ve como locura para lo que se dice sociedad avanzada.
La realidad puede ser que, dentro de cien años, cuando la gente lea nuestros eventos históricos de cómo reaccionamos a este virus que estamos pasando hoy día y sus efectos, es más probable que se rían de nosotros. En ese tiempo pueda que un estudiante escriba una tesis acerca del efecto mental que causó para acaparar papel de baño. Se preguntarán acerca de la exageración de miedo que estaba en el corazón de la gente. Su observación pueda enfocarse en el resultado de racismo que se ha propagado más rápido que el propio virus. 2 Tim. 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Yo no soy experto en enfermedades de ninguna manera, tampoco estoy en ningún campo médico. De todas maneras, como cualquier persona, yo creo que debemos tener precauciones para prevenir a enfermarnos e infectar a otros el virus que está causando infecciones del tracto respiratorio. Debemos hacer lo mismo con todas las enfermedades contagiosas. Lo que no debemos hacer, es perder la fe en la habilidad de Dios que nos guía durante los tiempos duros en la vida. Isa. 43:2 Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.
Orar y pedirle a Dios por ayuda es más productivo que especular si es que esto sea una conspiración de gobierno para eliminar cierta cantidad de population. Creer en las promesas de Dios en sanarnos tiene más sentido que en creer todas las exageraciones y pronósticos que han salido como información segura. Jer. 17:14 Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza.
Sí, todo el mundo está en un desastre por ahora, pero no para aquel que sabe que Dios va hacer grandes hechos heroicos, si alguna vez fue un tiempo de necesidad de paz curativa, es ahora. No tenemos que temer, necesitamos estar en Cristo y proclamar las bendiciones y las promesas que Dios nos ha dado. Marcos 16:18 Tomarán en sus manos serpientes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud».
Señor, recuérdanos de tu grandeza y que tu eres Rey de Reyes, Señor de Señores y soberanos sobre todo gobierno. Psalmos 24:1 Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan. Danos tu paz y entendimiento durante ente tiempo de incertidumbre. Sana nuestra tierra y a la gente en ella. Te pedimos en el nombre de Jesús, amén!
0 Comments