Proverbios 30:5 »Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en Él buscan refugio.
Salmos 103:2 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. No te olvides de las promesas que Dios te ha dado. Trata de no usar las promesas del Señor como si lo fuera de un conocido o de un político, que por lo regular son promesas vagas y volubles. Podemos poner nuestra completa confianza en lo que Dios nos dice porque Él no es un un hombre quien nos miente. ¿Cuantas promesas de Dios se te han olvidado? ¿Porqué se te olvidan? ¿Porqué es que cuando hay un evento horrible en nuestra vida empezamos a recordarnos cuáles son la promesas de Dios que son disponibles para nosotros?
El Señor nos amonesta que recordemos sus preseptos y mandamientos. Deut. 8:11 Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. Es interesante que al ignorar las leyes de Dios finalmente resultará en olvidarnos de Dios mismo y sus promesas. Este era el problema con los Israelíes quienes fueron a la tierra de Canaan. Entre una generación después de que Josué llevó a la gente de Dios a la tierra prometida y tenían a Dios como, si en caso se necesita, por decirlo así, hacer cosas malas se convirtió en una práctica común. Jueces 3:7 Los israelitas hicieron lo que ofende al Señor; se olvidaron del Señor su Dios, y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá.
El libro de Jueces claramente nos muestra que cuando no hay una relación con Dios no constante. La gente repetidamente se aleja de Dios. Van por sus vidas en esclavitud y miseria hasta que finalmente se acuerdan de Dios y claman Su nombre. Entonces Dios se levantará como juez para liberarlos por varios años hasta que ellos vuelvan hacer lo que estaban haciendo y hacerlo nuevamente. 2Tim. 3:7 Ellas siempre están aprendiendo, pero nunca logran conocer la verdad.
Cuando alguien deja de de recocer a Dios durante su día, peligra en olvidarse del amor de Dios y lo que ha hecho por nosotros por medio de Cristo. Descuidar a Dios llega a ser un hábito, resultado poner a Dios al lado hasta que ya no lo buscamos. Dios se hace olvidadizo así como el recibo de teléfono sobre el escritorio. Sin embargo, así como el recibo de teléfono, cuando no se paga, una nota aparece diciendo que la conexión será cortada. Con pánico, el recibo se paga. Mucha gente tiende hacer lo mismo con el Señor. En cuanto una crisis viene, clamar el nombre de Dios de repente llega a ser una buena idea. Ecle.12:1a Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos.
Desarrollar una relación en el amor de Jesús es de suma importancia a nuestras vidas el vivir entre las promesas que Dios nos ha dado. El apóstol Pablo entendió que todas las promesas de Dios eran nuestras en cuanto aceptábamos a Cristo en fe. 2Cor. 1:20 Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios. El número de las promesas de Dios son innumerables y todas pertenecen a aquellos quienes están en Cristo. Jesús dijo que podíamos pedir cualquier cosa en Su nombre. Que provisión ta asombrosa. Prov. 30:5 »Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en Él buscan refugio. ¿Como podemos olvidar esa gran salvación?
Gracias Señor, que me has mantenido serca de tu corazón y por medio de la sangre de Jesús me has dado vida eterna. Tus promesas son verdaderas cada día de mi vida. Bendeciré al Señor y no olvidaré lo que has hecho por mi en tu amor. Señor así como tú no te olvidas las promesas para mi, haré lo mejor para recibirlas con agradecimiento y gracia. Amén!
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