Prov. 24:3 Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos.
Isa. 38:1 Por aquellos días Ezequías se enfermó gravemente y estuvo a punto de morir. El profeta Isaías hijo de Amoz fue a verlo y le dijo: «Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque vas a morir; no te recuperarás”».
Todos vamos a tener que enfrentar el día que dejemos esta vida que conocemos. Ojalá, que estemos con paz en nuestro corazón y en nuestra casa en este orden, de la manera que Dios quiere que seamos. Si estamos en Cristo, somos el templo del Espíritu Santo. 1 Cor. 3:16 ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Estemos seguros que nuestra casa esté en orden es lo que Dios El Padre hizo por nosotros por medio de Cristo nuestro Señor. Lo único que tenemos que hacer es caminar en fe.
La historia de Ezequias, enseña por lo regular, como una lección de fe, porque al enterarse de que venía su muerte, Ezequias le oró a Dios pidiéndole más tiempo antes de su muerte. Dios le concedió otros quince años de vida. Me pregunto, ¿Será que dejó de poner su casa en orden? Yo personalmente no quisiera saber que solo me quedan quince años de vida. Esa sabiduría me molestaría inconscientemente, estoy por seguro. Prefiero vivir sabiendo que mi corazón, alma y cuerpo está en orden hoy, por lo tanto vivo con la paz de Dios hasta mi muerte.
Es tener sabiduría, el tener todo en orden, todo escrito en testamentos legales, también tener guardado en un lugar seguro documentos importantes. Todas las contraseñas de tu esposa, de tú esposo y demás familia en tu casa que necesiten tener acceso de tus aparatos de comunicación para el día que tú faltes. Para que todo se le sea fácil a las personas que se quedan y seguir adelante. También necesitan que todo esté en orden de tu parte para que se les sea fácil cuando tú llegues a faltar. Esto es sabiduría para los días en que vivimos.
Teniendo nuestra alma y nuestras cosas en orden es lo que más le importa a Dios. Nuestra disposición del corazón debería de ser como relación de hijo. 2 Cor. 6:18 «Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso».
No deberíamos de vivir siempre arriesgados necesitados de que Dios nos este constantemente advirtiendo que tengamos nuestra casa en orden. Hoy somos el templo del Espíritu Santo y vivimos desde esa posición al máximo.
Tener libre albedrío y el amor de Dios nos obliga caminar limpios y correctos con Dios y sin peligro de vivir con principios mundanos, pensado que vamos a escaparnos viviendo fuera de la voluntad de Dios. Esto es, no ser maduros en fe manteniéndose en un lugar sin madurez. Si vivimos en un lugar donde necesitamos constantemente leche de bebe, nuestro crecimiento se seca. Heb. 5:13 El que solo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.
Poner nuestras cosas en orden es algo bueno y si Dios nos está señalando algo debemos componer, reemplazar o hacer – entonces hagámoslo Filipenses 3:8 Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo.
Dios sabe cómo sanar, encontrar y consolar corazones.
Prov. 24:3 Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Crezcamos a una relación con Dios designada a nosotros con sabiduría y compresión por medio de Cristo. Estamos en esta tierra por poco tiempo en comparación de la eternidad. Entonces construyamos una casa entre nuestro corazón donde Dios viva y reine ayudándonos a mantener nuestra vida llena de gozo, paz y amor del Señor, para siempre y por siempre, amén.
El Anti-Testigo
Proverbios 4:24 Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. ¿Qué es un anti-testigo? En el contexto de justicia, cualquier cosa o cualquiera que hable lo contrario de lo que Dios dice que es cierto. El mundo está inundado de...
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