En la entrada de la inglesa, una mujer que estaba visitando me dice, “¿Te acuerdas de mi, fui tu estudiante en la escuela bíblica en 1983? Cuando la reconocí, le dije, “Si, si te recuerdo.” Hablamos por un rato acerca de lo que ha pasado en nuestras vidas, lo bueno y lo malo y momentos de inflexión. Una de las cosas que ella dijo fue, que había dejado de caminar con Dios por un tiempo, y que su vida se había convertido en un desastre hasta que se arrepintió y regresó al Señor. Ya había escuchado esta clase de historia muchas veces durante los años y pensé, “¿Porqué necesitamos morder otra vez a la manzana? ¿No fue la mordida de desobediencia de Adan y Eva suficiente evidencia que la vida fuera de Dios es un mundo de espinas?” Gén. 3:17 Al hombre le dijo: «Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida. Allí está, la pregunta a toda la humanidad. ¿Porqué necesitamos otra mordida a la manzana, la fruta de nuestro pecado, para enterarnos que el pecado nos guía hacia la muérete? Rom. 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. ¿Qué hay entre el corazón del humano que causa añorar por un pecado en que sabemos que trae dolor a nuestra vida, y aún así, caemos siempre.? La condición humana está en un estado caído, y no importa cuanto tratamos de cambiarnos nosotros mismos, buscamos alcanzar por otra mordida a la manzana. Nuestra naturaleza caída es tan vieja como el misterio del continente de Lemuria. Aún así, continuamos en componernos nosotros mismos con auto-justicia, obras, que en sí mismo es un misterio porque seguimos obrando a algo que no funciona. Porqué seguimos pegándonos en la cabeza contra la pared esperando un resultado diferente, otro que dolor?
Vemos este comportamiento destructivo durante los libros y récords de los Reyes en el Viejo Testamento. Repetidamente declaraciones como, “Y el rey hizo maldades ante los ojos de Dios,” dice una y otra vez. De rey a rey mordiendo la manzana, que solo trajo destrucción y más destrucción sobre la nación. 1Reyes15:26 Pero Nadab hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el mal ejemplo de su padre, persistiendo en el mismo pecado con que este hizo pecar a Israel.
Necesitamos orar por nuestros líderes porque el liderazgo entre un país, provincia o municipalidad está en el caracter, finalmente lo mismo llegará a la gente permitiéndole en sus vidas. El liderazgo que se permite pasar entre la sociedad le dará licencia a lo que consideran ser bueno, aún actividades de maldad. Antes de que te des cuenta, muchos no solo están dando otra mordida a la manzana sino la están devorando. Ecle. 8:11 Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.
El orar por nuestros líderes, ya sea que hayas votado por ellos o no, estamos moviendo la mano de Dios en convicción sobre sus corazones y mentes. Las bendiciones para aquellos que oran por sus líderes es que vivirán en paz, ya sea que haya paz en la tierra o no. 1Tim 2:1 Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, 2 especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna.
El asombro incomprensible que está expresado con el Salmista que dice, ¿Qué es el hombre para que Tu te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que Tu te preocupes por él? Es realmente asombroso pensar en esto. El hecho que Dios tome un interés personal en Su creación es un misterio de obtener. Desde el momento que Adan y Eva causaron una separación entre Dios y el hombre por medio de desobediencia, Dios inmediatamente empezó el proceso de restaurar a la humanidad. Gén. 3:21 Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió. Desde el jardín de Edén, donde Dios cubrió nuestra vergonzosa desnudez con piel de oveja, en la cruz, donde la oveja de Dios fue crucificada por todos nosotros, nuestra relación con Dios fue reintegrada. Nuestro Padre Celestial nos ha dado Su todo para restaurar nuestra relación con Él y entre nosotros. Nosotros, con nuestro libre albedrío, sería tener sabiduría y agradecimiento recibir el regalo del Señor que nos ofrece. Esto es lo único que podemos hacer para llegar a ser justos de Dios en Cristo y estar en paz con nuestro creador.
Antes que cualquiera de nosotros consideremos salir corriendo por otra mordida a la manzana, consideremos la obra eterna que se ha hecho en nuestro nombre. Durante eones en este desarrollo, hemos sido parte del plan que Dio ha hecho con un eterno propósito. Yo se que, el poner nuestra mente en torno a esta idea es de una u otra manera desconcertante, confuso desde un pequeño punto posicional en esta tierra, pero tenemos a Dios todopoderoso viviendo entre nosotros donde su vastedad de poder infinito, gracia, bondad amorosa y sabiduría reside. ¿Es posible que el Señor sepa un poquito más del plan eterno que nosotros? Creo que sí. Entonces, pon esa idea a un lado de dejar a Dios por un tiempo y encontrar que fuera de la protección de Dios una muerte verdadera nos espera. Prov. 1:10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos.
El Señor es vida para todo aquello quién lo encuentra y para aquellos que Jesús encuentra. Miq. 2:7b ¿Acaso no hacen bien sus palabras? ¿Acaso no caminamos con el Justo?» Dios te bendiga.
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