Proverbios 12:25 La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.
Teresa de Ávila dijo, “Son más lagrimas que se han derramado sobre respuestas de oraciones que las sin respuesta.”
Orar por la voluntad de Dios por tu vida puede llegar a ser incomoda a veces. Puede que Dios te llegue a pedir algo muy grande. Aún así, se te ha pedido. Cuando Jesús estaba orando en el Monte de Getsemaní, no fue algo placentero. Era hora de enfrentarse con la razón el porque Jesús vino a la tierra. Lucas 22:42b Pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya». El valor que Jesús tuvo que tener para decir, “Que sea tu voluntad” fue inmensa.
Dios puede que te pida que perdones a alguien for haber hecho algo brutal y atroz, aunque la brutalidad haya afectado tu vida. Dios pueda que te pida que sacrifiques algo que signifique mucho para ti. No importa el grado de dificultad en lo natural, aún así tenemos que llegar a Dios en oración y puede llegar a ser incómodo. Dios se mueve por fe y no por el sufrimiento que estamos pasando. Heb. 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Tuve una discusión con un tío que estaba teniendo dificultad en perdonar a dos personas en su vida. Una esta muerta y la otra persona está viva. Lo interesante es que la persona que está muerta tenía mucho poder sobre la vida de mi tío, aunque esta persona ya no vive en esta tierra. La amargura y resentimiento que mi tío estaba sintiendo estaba siendo controlado por alguien sepultado hace mucho tiempo. Mi tío estaba siendo agobiado por ansiedad por no poder perdonar lo pasado. Prov. 12:25a La angustia abate el corazón del hombre.
Yo le expliqué tan incomodo a lo que es, que él tenía que perdonar lo que se le había hecho hace muchos años. Dios le estaba pidiendo que perdonara a un hombre ya muerto para poder ser libre y poder vivir. “Esta es una oración muy dura,” me dijo. La incomodidad llegó cuando estaba muy claro en que mi tío quiso gracia hacia él mismo, pero la justicia de Dios para aquellos quienes lo hirieron. Él empezó a tener paz cuando le pidió a Dios que lo ayudará a poder perdonar al que estaba vivo y al que está muerto. Escuché a alguien decir, “Lo que la lengua promete, el cuerpo debe seguir.” Si la lengua perdona, el cuerpo, el alma y la mente sanará.
No necesitaríamos un salvador si pudiéramos hacer todo esto nosotros mismos. Necesitamos la ayuda de nuestro Señor en nuestras vidas y en todo lo que hacemos. Filipenses 4:6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Ya sea que necesitemos liberarnos de pecado que participamos a base diaria o que estemos pasando por monstruosos desafíos en nuestra vida, tenemos que arrodillarnos a orar con nuestro Señor no importa que incómodos lleguemos a estar.
Pueda que estemos en un lugar de oración incómoda por la situación terrible en que nos encontramos. Pero, cuando una palabra buena llegue de Dios, nuestro corazón perderá la ansiedad que nos agobia. Nos levantaremos con seguridad de nuestro Dios quien nos ama. 1 Juan 5:14 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Padre, presionamos en tu amor eterno y guía, muchos de nosotros estamos pasando por un tiempo duro y necesitados de tu ayuda. Necesitamos tu ayuda, valentía y fortaleza mientras pasamos el Valle de tinieblas con nuestro Salvador y Señor Jesús. Te agradecemos Señor, que por medio de Cristo tenemos victoria en nuestra vida ahora y por siempre. Amen!
0 Comments