Proverbios 13:22 El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.
Mientras yo estudiaba en en Colegio Bíblico Commonwealth en Katoomba Australia, en 1980, encontré un libro en la biblioteca que fue escrito por un monje franciscano a mediados de 1850. El libro había sido traducido de italiano a inglés al principio del año 1900. Lo que me hizo notar fue el hecho de que fue escrito hace muchos años y era lo que necesitaba leer en ese momento en el año 1980. Este monje no tenía idea de que cuando escribió este libro, sus palabras se extenderían más de cien años adelante y ministrar mi alma. En otras palabras, éste legado escrito ha estado viviendo y finalmente encontrarme y bendecirme.
¿Será que nuestro legado viva después de que ya no existamos? Estaba hablando con un publicador, se llama Clay, acerca del libro que él publicó y que yo había escrito. ¿Que impresión tendrá el libro cuando ya no estemos.? Estábamos suponiendo, que la audiencia que tendría el libro que escribí, las personas todavía no han nacido. Tal vez algún día, una persona joven estará preguntándole a Dios por guía en su vida mientras mira entre libros viejos y encuentra uno de los míos y encuentra su respuesta de lo él se preguntaba. Que pensamiento más bonito para mi.
Todos sabemos el poder qué hay en un legado escrito, los apóstoles por medio del Espíritu Santo nos lo dejaron en las páginas del Nuevo Testamento. Pero, ¿Que hay de ti y de mi? ¿Que hay de nosotros, amigos escritores y bloggers ¿Qué stamos dejando durante nuestro tiempo en la tierra, que ayudará aquellos que vienen después de nosotros? Prov. 13:22a El hombre de bien deja herencia a sus nietos. Todo lo que hacemos tiene un mérito efectivo o consecuencia entre el mundo. Llámenlo el efecto de la mariposa si quieren, pero aun así, podemos actuar bien o afectar mal experiencias en la vida de la gente. ¿Qué es lo que quieres dejar que sea siempre con sabor a bendición a Nuestro Señor y a la gente de Dios?
Antes que te comprometas a algo de pecado, considera las consecuencias de esa actuación en todo lo que has hecho hasta ahora en Cristo. Pensaba en unos de mis hermanos en Cristo que han caído en grande en pecado. Lo que duele más, es que ellos han hecho cosas increíbles, trabajo revelador y cambios duraderos que son una bendición en el Reino de Dios. Lo que he notado, es que cuando su nombre se menciona en una conversación con otras personas, el pecado es lo que más se recuerda en lugar del legado perdurable que nos habían dado y al reino de Dios. Prov. 25:10b Y ya no puedas quitarte la infamia. Esto entristece porque ellos son mucho mejor que su fracaso.
La Palabra nos dice de hacer todo en el nombre de Jesús para que lo que logramos en Cristo sea eficaz en agradecimiento y en justicia. Col. 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Si nosotros queremos un perdurable legado, entonces tenemos que tener Al Eterno dirigiendo nuestro camino a lo largo de nuestra vida. 1Tesa. 5:21 Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. No importa lo que tengas en el corazón para hacer, tráelo al Señor en oración. 1Tesa. 5:17 Oren sin cesar.
¿Será que nuestro legado viva después de que ya no existamos? Estaba hablando con un publicador, se llama Clay, acerca del libro que él publicó y que yo había escrito. ¿Que impresión tendrá el libro cuando ya no estemos.? Estábamos suponiendo, que la audiencia que tendría el libro que escribí, las personas todavía no han nacido. Tal vez algún día, una persona joven estará preguntándole a Dios por guía en su vida mientras mira entre libros viejos y encuentra uno de los míos y encuentra su respuesta de lo él se preguntaba. Que pensamiento más bonito para mi.
Todos sabemos el poder qué hay en un legado escrito, los apóstoles por medio del Espíritu Santo nos lo dejaron en las páginas del Nuevo Testamento. Pero, ¿Que hay de ti y de mi? ¿Que hay de nosotros, amigos escritores y bloggers ¿Qué stamos dejando durante nuestro tiempo en la tierra, que ayudará aquellos que vienen después de nosotros? Prov. 13:22a El hombre de bien deja herencia a sus nietos. Todo lo que hacemos tiene un mérito efectivo o consecuencia entre el mundo. Llámenlo el efecto de la mariposa si quieren, pero aun así, podemos actuar bien o afectar mal experiencias en la vida de la gente. ¿Qué es lo que quieres dejar que sea siempre con sabor a bendición a Nuestro Señor y a la gente de Dios?
Antes que te comprometas a algo de pecado, considera las consecuencias de esa actuación en todo lo que has hecho hasta ahora en Cristo. Pensaba en unos de mis hermanos en Cristo que han caído en grande en pecado. Lo que duele más, es que ellos han hecho cosas increíbles, trabajo revelador y cambios duraderos que son una bendición en el Reino de Dios. Lo que he notado, es que cuando su nombre se menciona en una conversación con otras personas, el pecado es lo que más se recuerda en lugar del legado perdurable que nos habían dado y al reino de Dios. Prov. 25:10b Y ya no puedas quitarte la infamia. Esto entristece porque ellos son mucho mejor que su fracaso.
La Palabra nos dice de hacer todo en el nombre de Jesús para que lo que logramos en Cristo sea eficaz en agradecimiento y en justicia. Col. 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Si nosotros queremos un perdurable legado, entonces tenemos que tener Al Eterno dirigiendo nuestro camino a lo largo de nuestra vida. 1Tesa. 5:21 Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. No importa lo que tengas en el corazón para hacer, tráelo al Señor en oración. 1Tesa. 5:17 Oren sin cesar.
Mientras me acerco a las orillas de la vejez, no tengo porqué temer a las olas de mi eternidad, porque mi alma está segura en Cristo. De todas maneras, lo que dejo, espero que sea algo que ayude a otros quienes han escogido seguir a Cristo Jesús. Porque cuando todo está dicho y hecho, Jesús es la razón de toda existencia de nuestra eternidad. Heb. 1:8 Pero con respecto al Hijo dice: «Tu trono, oh Dios, permanece por los siglos de los siglos, y el cetro de tu reino es un cetro de justicia. No hay nada que importe más, que lleguemos a ser parte del legado perdurable de Jesús.
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