Prov. 1:12 Traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos.
Lucas 9:49 ―Maestro —intervino Juan—, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre; pero, como no anda con nosotros, tratamos de impedírselo. 50 ―No se lo impidan —les replicó Jesús—, porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes.
La línea que ahora nos divide se está poniendo cada día más obscura y profunda a punto de crear grandes cañones entre nosotros y ellos por decirlo así. La cruda diferencia entre el tener y el no tener, la retórica enferma entre la derecha y la izquierda de partidos políticos, las desigualdades de hombres y mujeres enfadados, más los argumentos por la raza, la fe y creencias de las personas todos atrincherados en terquedad no dispuestos a inclinarse a cualquier dirección por el bien de ser útil, se ha convertido en un embotellamiento emocional de frustración.
Las líneas radicales que se han hecho han separado familias, amigos y vecinos a punto de que no llega una comunicación sincera ni de un lado del otro. El resultado se convierte en una situación inevitable de perdida. Tan pronto alguien tenga una opinión ligeramente diferente sobre un tema social – se sierran automáticamente y un juego agresivo-pasivo toma su lugar, cada uno dobla los brazos sin encontrar solución.
Yo crecí en la parte blanca en el norte de Canadá, pero no estoy hablando del color de la nieve, sino de raza e idealismo que me rodeaba. Tuve la fortuna de poder hablar inglés y francés. Ser marginado no me afectaba personalmente porque podía comunicarme en los dos lados de la población étnica. La conversación de ellos y nosotros salía frecuentemente pero al final del día resolvíamos nuestra diferencia. Había un gran contraste de gente en el pueblo donde yo crecí.
Tenía amigos con apellidos franceses que no hablaban francés para nada, familias de Polonia que hablaban el francés muy bien pero tenían dificultades con el inglés. Pero de una manera u otra durante los años pudimos vivir de acuerdo y amigablemente respetando uno a otro. ¿Habían ocaciones cuando las cosas no funcionaron? Claro, hubieron esas ocaciones, pero la vida no se vino abajo de vida o muerte para decidirnos por quién votar en las elecciones como está pasando ahora. Declarando muerte o un completo rechazo contra le gente que piensa diferente a nosotros, tener diferente idea no era la configuración predeterminada del país. Prov. 1:12 Traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos.
¿Porque se luce un coraje absoluto cuando se presenta una idea diferente? ¿Qué causa esta polarización de creencias que ahoga nuestra capacidad de hablar con un punto imparcial? Creo que estamos tratando con un príncipe de poder, un Leviatán, o un espíritu mentiroso que se ha metido a provocar confusión en la sociedad a una escala mundial. Este espíritu solo puede ser derribado por medio de oración y el poder del Espíritu Santo. Efesios 6:12 Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
Dios ha dado lo Suyo a quienes estan en Cristo el poder de ayudar aquellos quien no conocen al señor. Nuestro Padre Celestial le ha dado a sus hijos e hijas quienes conocen a Cristo la habilidad de sobresalir lo que provoca ese odio irrazonable en este mundo. Lucas 10:19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.
Dios le pide a su gente que oremos por nuestros líderes y autoridades en el mundo no importando sus ideas políticas. Dios no dice que oremos por ellos solo si son cristianos o alineado con nuestra política. Pues, muchos de estos líderes no conocen a Dios, estos son los más necesitados de oración porque tienen la responsabilidad de liderazgo. 1 Tim. 2:1 Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, 2 especialmente por los gobernantes[a] y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Te das cuenta que el resultado de esta oración es paz para los que están orando. No necesariamente va a ver paz en la tierra pero los que están orando van a vivir bajo la protección de Dios.
Tenemos que enfocarnos en quien es el enemigo verdaderamente. No somos nosotros o ellos. Es el enemigo de nuestra alma quien nos pone uno contra el otro. Que cada uno quien conoce a Dios sea el primero en extender una rama de olivo con paz para todo hombre mientras oran y derrotan la obra del enemigo en esta tierra. En el nombre de Jesus. Rom. 12:18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
0 Comments