Proverbios 3:24 Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo.
¿No recuerdas? Estas palabras puede causar temor a la mente de una persona de mayor de edad. Mi buen amigo y publicador de mis libros Clay ha expresado el dolor de tener que ver a su madre navegar el laberinto de su mente en confusión tratando de recordar. Ella tiene demencia, pero ahora por la gracia de Dios, ella fue liberada de su presión mental y ha sido recibida en las manos de su creador. Que claridad en la que ha de haber entrado su mente entre el milisegundo cuando ella vio la redención de Jesús ver los ojos de amor puro entre su alma eterna. Ya no tener que preocuparse más de acordase de algo porque su mente perfecta en Cristo es ahora totalmente concentrada la gloria eterna de Dios.
Mientras vemos a nuestros ancianos lidiar con los numerosos efectos de la vejez, podemos estar seguros que a Dios no se le olvida su pacto con aquellos quienes lo aman. Diferentes clases de enfermedades mentales afectan nuestra memoria, que pueda causar que nos olvidemos de la relación que tenemos con Dios. De todas maneras, podemos contar con Jesús que se recuerda del pacto con nosotros. Podemos dormir en paz y confiar que Jesús tiene nuestra vida eterna en Sus manos. Prov. 3:24 Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo.
El enemigo de nuestra alma nos mantiene recordando las cosas horribles que nos han pasado y las cosas horribles que hemos causado. ¿Recuerdas cuando destrozaste a la familia por lo egoísta que eras con lo que escogías hacer? ¿Recuerdas cuando engañaste a tu esposa? ¿Recuerdas cuando abandonaste a tus hijos cuando más te necesitaban? Satanás es el acusador de toda la gente en la tierra. Esto es lo que cruelmente hace todo el largo día tras día. Apoc. 12:10b Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
Que bendición mas opuesta la que tenemos en Cristo. Tenemos un Espíritu Santo fuerte lleno de garantía obrando muy dentro en nuestro corazón. Donde el enemigo de nuestra alma nos acusa día y noche, nuestro Señor Jesús continuamente intercede por nosotros día y noche. Jesús nos recuerda que nuestros pecados ya han sido perdonados y están bajo su santificada sangre y redimida obra de la cruz. Heb. 7:25 Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de Él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos. ¿Recuerdas cuanto Dios te ama? ¿Recuerdas cuanto Dios ha hecho para redimir tu vida de destrucción?
Cuando Dios nos dice, “¿No recuerdas?” Nos es para traer juicio sobre nosotros, sino para llevarnos a un lugar de paz, bendición y una oportunidad de expresar gratitud a Dios por ser tan bueno. Jesús nos invita a recordar las cosas que Él ha hecho por nosotros, y si no las recordamos entones Él nos ayuda a recordar. Isa. 1:18a »Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—. Media vez estamos en la presencia de Dios y nuestro corazón y mente están llenos de recuerdos de Sus bondades en que hemos vivido, podemos declarar Sus maravillosas obras. Salmos 77:11 Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.
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