Proverbios 4:16 Los malvados no duermen si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen que alguien caiga.
En 1971 cuando yo tenía dieciocho años, la película ultracriminal de entonces se llamaba, Naranja Mecánica, llega a los cines. La publicidad de la película concluye que la ‘Ultraviolencia’ de ideología que expresa la película pueda llegar a ser realidad en nuestro futuro. La idea de pandillas y mafiosos sociópatas que saldrían en los sábados por las noches solo a pegarles a las personas sin hogar que viven en las calles, violarlas y torturar a los enfermos mentales mientras se comunicaban en un lenguaje de violencia, la cual le llamaban Nadsat, era para mi y mis amigos, definitivamente obra de ficción. Nunca pensamos que este escenario podría llegar a ser realidad en nuestros años de vida.
Bueno, estábamos totalmente equivocados. Nadsat está llegando a ser el lenguaje de muchas personas furiosas hoy día. Un idioma codigada de expresión de violencia recalcado con puntuación de crueldad sobre ciudadanos es ahora una realidad. Mateo 24:12 Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará. Ya es común ahora de encontrarse a un tirano intimidando a una enfermera, una mesera, secretaria o aeromoza quien simplemente asistió a su trabajo, pero ahora estas tienen que defenderse físicamente contra la crueldad de estos ignorantes sinvergüenzas.
Estas gente ruidosa y tumultuosa están contra cualquier persona que se les enfrenre, ésto no debería ser expresado por ninguno en nuestra iglesia. De todas maneras, Nadsat o lenguaje de violencia se está entrando resbalosamente entre el vocabulario de varios cristianos y también en sus actitudes. Si esto está llegando a ser una manera de expresarse en la iglesia, entonces ¿Que ubicación de relevancia es la iglesia si no somos diferentes a cualquier pandillero? La palabra de Dios nos instruye tener piedad y gracia en nuestro lenguaje hacia las personas y no palabras tóxicas que sorprendan a cualquiera. Col. 4:6 Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno. La palabra dice, que nuestra plática siempre sea de buen gusto. ¿Maldiciendo a nuestras enfermeras y trabajadores de servicio es tener buen gusto? ¿Empujar a las personas que trabajan y humillarlas es inspirado por Dios? ¿Es así como Dios nos trata?
Hay una succión de justicia en los líderes del mundo. Y por esta succión, el temor entre las personas del mundo se está culminando a un lenguaje de tiranía mundial con una obscuridad que colectivamente está creciendo en el corazón del hombre. Mientras esta obscuridad esté llegando a tomar raíz a una escala mundial, se está manifestando por un medio de expresiones de odio. Las erupciones causadas hacia los vulnerables empleados y a las personas en la calle son el fruto del temor e impotencia percibida con la que viven tantas personas desfavorecidas. Entonces, ignorancia mueve a estas almas a expresar furia a cualquiera y a cualquier cosa. Prov. 4:16 Los malvados no duermen si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen que alguien caiga. La impotencia en que viven es palpable y ardiendo en sus corazones y no saben como actuar. Entones, actuar como niños con berrinche, gritan a la gente.
Como cristianos, nuestra primera reacción, ¿es expresar furia y odio? Este virus de odio que está contaminado la humanidad es mas peligrosa que cualquiera enfermedad. El lenguaje de violencia hacia cualquiera en cualquier forma de autoridad parece venir muy fácil fuera de la boca de aquellos quien una vez tenían sus emociones bajo control. ¿Qué virus infeccioso ha entrado al corazón de una persona, que una vez profesaba ser cristiana? 2Tim 3:5 Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!
Apoyando la idea de herir y humillar a la gente no es lo que Dios no ha llamado hacer. Nuestro Señor nos ha pedido de ser Su mano extendida que alcanza a llevar paz a aquellos quienes viven con angustia en sus almas. Somos de consolar a una enfermera quien ha sido maldecida simplemente por ir a trabajar y cuidar de los enfermos. Somos de ayudar al trabajador de la tienda quien fue empujado, solo porque hizo lo que su supervisor le pidió hacer. Nosotros que estamos en Cristo tenemos el mensaje de paz y amor que el mundo desesperadamente quiere escuchar. Marcos 16:15 Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.
El evangelio es una buena noticia no es un leguaje de violencia y odio. La palabra del Señor nos libera de esclavitud. La palabra de Dios no nos deja participar en la retórica de gente simple que está agitando a las multitudes para vocalizar lo que no sabe. No hay nada malo en participar en protestas pacíficas para dar a ver injusticias y leyes dañinas a la sociedad. De todas maneras, hagámoslo con bases de la escritura que nos da convicciones sinceras de corazón antes de salir. Mientras marchamos y hablamos por aquellos quienes no pueden hablar por ellos mismos. Hablemos con el lenguaje de Dios de gracia que es condimentado con su amor.
Antes de alterarte en el leguaje de Nadsat, recuerda que Dios amó tanto al mundo que nos dió a Jesús. El castigo que tanta gente siente que otra persona lo merece, fue puesta sobre Jesús para que todos nosotros tengamos vida eterna y paz. Que la luz de Dios brille sobre ti y te de el deseo de tu corazón acuerdo a Su voluntad. Los amo.
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