Prov. 7:22 Y él en seguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa.
Ha habido personas que han caminado con Dios por años y han caído inmoralmente en este último año. Estas son las personas que oramos para una pronta y piadosa recuperación y restablecimiento. Dios dice en su palabra que El traerá juicio a la iglesia primero. En el corazón de El es de limpiar para que seamos un real testimonio al mundo. 1 Pedro. 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios! Una de las cosas que he notado en estos desafortunados quebrantadores pecados inmorales son que nadie cae solo. No importa la profundidad o lo severo del pecado siempre hay damnificados además de la persona quien peca. He visto personalmente los efectos, las heridas y la devastación que trae al cuerpo de Cristo.
Muchos pueden creer que se están afectando ellos mismos no a otros, si están pecando privadamente y otras personas no se dan cuenta no puede afectar a los demás. Esto es una gran mentira porque todos estamos conectados en el cuerpo de Cristo. Nadie vive y muere así mismo. 1 Cor. 12:21 El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito.» Ni puede la cabeza decirles a los pies: «No los necesito.» Necesitamos uno al otro en Cristo. Esto no es algo nuevo que de repente nos estamos dando cuenta. El rey David estaba con el dolor de haber perdido a su amigo por un pecado que traicionó su amistad. Salmos 55:12 Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder. 13 Pero lo has hecho tú, un hombre como yo, mi compañero, mi mejor amigo. Aunque los que caen en pecado no sean buenos amigos solo conocidos en el cuerpo de Cristo, aún así duele en el alma de cada uno quien camina con estas personas y duele muy dentro de nuestro ser.
Yo agradesco a Dios que hay curación para esta clase de dolor y estoy agradecido que El puede y va a restablecer a los que caen si piden perdón en su corazón. Podremos darnos cuentan que los que caen pueden ser nosotros mismos, yo por lo ejemplo si he caído en una desesperación profunda en pecado, estaría suplicando por perdón con desesperación. Nuestro corazón duele por nuestros hermanos y hermanas que ha caído en pecado, pero también intercedemos por su recuperación en fe y estabilidad en Cristo. Hay misericordia para cada uno de nosotros. 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
La lección que he aprendido en esta dolorosa circunstancia de la vida y los devastadores efectos en otros, es mantener mi corazón disponible a un examen profundo, pidiendo a Dios me muestre alguna potencial trampa. Salmos 139:23 Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. En este tiempo en el mundo no se otra manera de mantener limpio el corazón pero el estar circunspecto ante Dios así como ante mis hermanos y hermanas en el cuerpo de la iglesia. Deja que Dios corrija tu vida diariamente y rendirnos a la corrección. Que todos podamos decir lo que dijo Pablo. 2 Tim. 4:7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Señor, mi Dios guárdanos y ayúdanos a ver los escalones ante nosotros y poder correr la carrera con fuerza. En el nombre de Jesus!
Mientras Todavía Podamos Respirar
Génesis 2:7 Y Dios el Señor formó al ser humano del polvo del suelo; entonces sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente. Desde el primer soplo de aliento que fue transferido a las nasales de Adan, fue la propia fuerza infinita...
0 Comments