Prov. 14:25 El testigo veraz libra de la muerte, pero el testigo falso miente.
Tuve la oportunidad de llevar a un hermano al Señor durante un largo viaje de seis horas. En ese tiempo no sabía que lo había llevado a Cristo, sino que solamente algunos días después. Me llamó para agradecerme por mi tiempo y por las palabras de sabiduría que lo habían ayudado a tomar esta milagrosa decisión en su vida. Durante el viaje de seis horas yo había logrado hablarle de las Escrituras y contestar a casi todas sus preguntas con relación a Cristo como Señor, la eternidad con Dios versus el infierno, y una relación personal con Jesús versus religión. Con alegría en su corazón me dijo que algo de lo que yo había dicho durante este viaje le había ayudado a pedirle a Jesús que entrara en su corazón y fuera su Señor. Mi mene revisaba todo lo acontecido en ese viaje. Intentaba recordar qué podría haber sido lo que lo había llevado a esta transformación. ¿Cuál fue el lingote espiritual que le habló y lo llevó a este milagro por el cual aún los ángeles se gozan en el cielo? Lucas 15:10 Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles[a] por un pecador que se arrepiente. Pues quedé sorprendido con lo que me dijo. Él dijo: “Fue cuando dijiste que era estúpido ir al infierno si no necesitabas hacerlo”. Allí esta, evangelistas, la sabiduría personificada. Qué palabra tan simple fue la que Dios usó para salvar un corazón para la eternidad.
Estaba leyendo en el Libro de Hechos la simple declaración hecha al pueblo de ese entonces sobre una razón para creer en Cristo como nuestro salvador. Hechos 10:38 Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Cuán simple y poco complicado es el argumento para recibir a Jesús como nuestro Señor. Jesús hizo mucho bien y sanó a todos. Esta es la fundación de la creencia en la que se puede creer y que Jesús fue un verdadero testigo que salvó nuestras almas. Jesús hace una declaración similar al confrontarse a la hipocresía de los líderes de ese entonces. Juan 10:37Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Los líderes religiosos que Jesús intentaba despertar habían complicado a Dios hasta el punto de ridiculez y dificultad. Habían creado leyes para las leyes que ya no funcionaban porque como Thomas Erskine de Linlathen dice, “Aquellos que hacen de la religión su dios no tendrán a Dios como religión.” Jesús hizo la voluntad del Padre y el resultado fue que Marcos 7:37 La gente estaba sumamente asombrada, y decía: «Todo lo hace bien. Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Para todos los cristianos que han estado orando y creyendo por sus seres queridos y perdidos, les digo que sigan orando, y que mantengan sus respuestas sencillas cuando se hagan preguntas acerca de la cristiandad y el Señor.
Una vez un hombre me dijo “Escuché que usted fue un alcohólico y que Jesús lo liberó.”
Yo respondí: “Eso es cierto.”
Me dijo, “¿Puedo tener lo mismo en mi vida?”
Le dije, “Sí.”
Preguntó, “¿Ahora?”
Respondí, “Sí, podemos orar y tú puedes pedirle a Jesús que entre en tu vida ahora para ayudarte con tu adicción.”
En efecto oramos y él recibió a Jesús como su Señor. Ahora estoy convencido que fueron las oraciones de todos los demás que habían estado orando para que este hombre fuera salvado y librado de su adicción. Yo simplemente estaba allí para llevarlo a la casa de Cristo. Juan 4:38. Hay ocasiones de aparente dificultad y desesperanza en nuestro deseo de ver a nuestra familia y amigos salvados, pero tal y como se encuentra en Proverbios 14:25 El testigo veraz libra de la muerte, pero el testigo falso miente. Nuestras vidas no mentirán si somos leales a Jesús nuestro Señor. Tenemos al Espíritu Santo guiándonos hacia el fin esperado y la glorificación de Jesús nuestro Señor. Manténgalo Sencillo Evangelistas y obtendremos bendiciones. Padre, en el nombre de Jesús, ayúdanos a ser tu mano extendida y representarte con el corazón de Jesús y que nos digan que “Hicimos todo bien”. Amén.
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