Proverbios 15:3 Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a los buenos y a los malos.
Cuando Dios te ve y te dice algo, es entonces cuando tienes que prestar atención y responder eceptando humildemente.
Hubo un tiempo en que yo me veía como un hombre analfabeto en la vida, mientras Dios me miraba como profesor, mentor, ministro y ahora autor. Esto es una manera seria para mi y muy profunda. Pero aun así, de la misma manera de las personas que mencioné anteriormente, tienen que ir adelante en humildad, yo tuve que responder en fe a como Dios me miraba desde Su punto de vista quien era yo. Heb. 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
La belleza de nuestra relación con nuestro Padre Celestial es, que nos acercamos a Él diciéndole con respeto, “Abba, mírame, ¿a quien miras?” Media ves Dios dice quien y que mira en tu corazón y en tu alma, puédes hacer cualquier cosa con Su gracia que corre entre tu ser. No importa si lo que Dios mira es una necesidad de corrección, construyendo o desarrollando carácter, con entusiasmo, responderás. Dios siempre nos está mirando. Entonces, sabremos verdaderamente quienes somos. Prov. 15:3 Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a los buenos y a los malos.
Dios hizo muchos milagros a muchas personas en fe quienes están listados en el capítulo once de Hebreos. ¿Porqué entonces, sería difícil para Dios hacer un milagro hoy día? No hay posibilidad de que esos incontrolable saqueos y la pandemia mundial pueda parar la bendición del Señor en tu vida y llenar lo que Dios ha creado para que seas. No guerra, sequía, hambre o persona arrogante que está a cargo ha parado la bendición de Dios en el pasado y nunca lo va aparar ahora. Cuando Dios te mira, no hay nada en el universo que impida el resultado de esa mirada de amor y favor hacia ti. Rom. 8:31 ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
El mundo se ha vuelto loco tratando de que alguien los mire y les de un un sentido de identidad. Nosotros que estamos en Cristo quien ha visto y dado una eterna identidad que ningún hombre pueda quitarnos. Apoc. 2:17b Y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe. Estamos viviendo este favor ahora mismo. De corazón, le podemos decir a cualquiera, “Mírame! Mira lo que Dios ha hecho!”
0 Comments