Prov. 30:11 Hay gente que maldice a su padre, y no bendice a su madre.
Qué fácil es sentarse y pontificar acerca de las carencias de nuestra juventud que aparentemente son ejemplo de todo lo malo en este mundo. Deja ya la locura, fariseo, y recuerda los días de tu propia juventud. Eclesiastés 11:9 Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu *corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Cierto, hay una generación que maldice a sus padres y a toda autoridad, pero este mal pertenece a cada generación. Romanos 3.10: Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. La misma generación, o tipo de personas, son las mismas que se ven justificadas a sus propios ojos. Proverbios 30:12 gente que se tiene por pura, pero no está limpia de su inmundicia. Debemos recordar que Dios está ministrando hoy en día y puede encontrar a todo tipo de generación, grupo de personas, raza y condición de vida que exista. Nada ni nadie está más allá del alcance poderoso de Dios y de su amor redentor. Romanos 8:38. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios,ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Simplemente culpar todos nuestros problemas en la generación X o Y es un ejercicio de futilidad y mala dirección de la responsabilidad personal. Históricamente, cada generación ha tenido algo de que enorgullecerse y algo de lo cual avergonzarse.
El mismo Señor tuvo que atraer la atención a los problemas de bendecir a los padres o maldecirlos a través de la religiosidad de Su generación. Marcos 7:11 pero vosotros decís: “Si un hombre dice al padre o a la madre: `Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda a Dios)’; 12ya no le dejáis hacer nada en favor de su padre o de su madre, 13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. Los hermanos de José trabajaban con el mismo espíritu mal guiado cuando elaboraron una historia maléfica para su padre, Jacob, con relación a la muerte y desaparición de su hijo amado. Génesis 37:31-33. Entonces tomaron la túnica de José y mataron un macho cabrío, y empaparon la túnica en la sangre; 32 y enviaron la túnica de muchos colores y la llevaron a su padre, y dijeron: Encontramos esto; te rogamos que lo examines para ver si es la túnica de tu hijo o no. 33 El la examinó, y dijo: Es la túnica de mi hijo. Una fiera lo ha devorado; sin duda José ha sido despedazado. Si lo que los hermanos de José hicieron a su padre no fue abominable, ¿entonces qué lo es?
Cada generación tiene un segmento de personas malas y cuya naturaleza caída se manifiesta maldiciendo a sus padres, madres y a toda autoridad porque estos ingratos no reconocen ni reconocerán su necesidad de tener una guía en la vida. Muchos de estos malhechores cuentan su triste historia y luego dejan caer el sombrero, pero sus historias no son únicas en cuanto a dureza. La mayoría de nosotros venimos de familias disfuncionales, y a través de nuestras elecciones, elegimos caminar en la bendición del Señor. Uno de los muchos subproductos de caminar en Cristo es el deseo de bendecir a nuestros padres con respeto, honor y substancia.
Creo que Dios llegará a esta nueva generación que se sienta en un restaurante con sus sombreros puestos, textéandose unos a otros, mientras ignoran a la mesera para responder a una llamada en sus aparatos de comunicación multifunciones, los cuales parecieran poner un fin a todo tipo de comunicación natural. Nosotros los mayores pensamos que no hay esperanza para ellos, pero como el pastor David Kalamen dice todo el tiempo, Lucas 1:37 Para dios no hay nada imposible. Dios no fue sorprendido de pronto por esta nueva generación que piensa que la única forma de expresarse es ponerse un tatuaje con frecuencia con errores ortográficos o ensartar un clavo en su cuerpo. El Señor es un Dios contemporáneo. Encontrará a esta generación altamente energizada y volátil en donde se encuentra, y hará Su trabajo con ellos. 2 Pedro 3:9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Hace muchos años en la década de los 70, justo antes de recibir a Cristo como mi Señor y Salvador, yo pertenecía a la generación que maldecía a su padre, y no bendecía a su madre, o tenía respeto alguno por nadie en particular. Había una mujer que trabajaba en la estación de buses Greyhound que pensaba que yo era uno de los más horribles seres humanos que jamás hubiera conocido. Ella detestaba atenderme cuando entraba al almacén a recoger paquetes porque pensaba que yo era descortés, maleducado y probablemente horrible. Al recordarlo, ella tenía razón en tener esta opinión acerca de mí, porque yo era uno más de la generación perdida de esa época. Después de convertirme en hijo lavado por la sangre del Dios viviente a través de la aceptación de trabajo concluido de Cristo en la cruz, esta misma mujer se convirtió en mi amiga y en una hermana mía en el Señor y orábamos juntos por sus hijos. Eclesiastés 3:11-A Todo lo hizo hermoso en su tiempo. Esta misma mujer gozaba al contar a otros y a mi madre acerca del milagro que Dios había obrado en mí. Una vez dijo que si Dios podía salvarme a mí, entonces podía salvar a cualquier persona en esta tierra. No estoy seguro de que esto fuera un alago pero sencillamente decía, “Gracias, Dios, por salvarme”.
No me engaño pues sé que hay muchas cosas que no marchan bien en el mundo hoy en día; sin embargo, confío en que el plan eterno del Señor para todas las generaciones incluyendo a la que hoy en día está luchando y a la que vendrá después. Nuestro Dios Todopoderoso puede lograr Su propósito para todos nosotros que caminamos con Él y todos los de la siguiente generación que serán suyos. Mateo 19:26-B Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. Señor, en el nombre de Jesús, pedimos que la próxima generación sea salva y llena del amor y el poder de Dios para hacer cumplir Su voluntad en la tierra, y todos dijeron, “AMEN”.
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