Prov. 4:10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de.
Durante el verano de 1986 tuve que trasladarme a Redcliffe, Queensland, Australia. Mi esposa y yo habíamos alquilado una casa equipada a los 6 días de llegar al país. Nos sentíamos bendecidos de haber encontrado trabajo al final de nuestra primera semana de vuelta en Australia. Habíamos vivido en Australia entre 1980 y 1983 así es que conocíamos los detalles del país. Lo único es que la casa no tenía radio ni televisión. Esto no nos importaba pues teníamos mucho que hacer para lograr establecernos y cumplir con lo que Dios deseaba que lográramos en Su reino.
Guardaba algunas cosas debajo de la casa, en donde encontré un radio antiguo de los 1950. Lo desempolvé y limpié y lo enchufé. Se podía escuchar cómo se calentaban sus cables internos y conforme empecé a mover el botón para buscar una estación en esta reliquia del pasado, llegué a un punto en el que el sonido se convirtió en música. Mi esposa empezó a reír al escuchar una canción de los 50 por las bocinas. “Mira qué maravilloso”, dijo, que una canción de los 50 sea lo primero que se escucha en una radio de los 50.
¿Cuál es el sonido que sale de nuestras vidas cuando las personas empiezan a buscar en nuestra frecuencia espiritual? Mateo 5:16 Sí alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. ¿Es que las personas escuchan quejas, peleas y falta de agradecimiento cuando buscan en nuestros corazones? ¿Qué comunicamos cuando vamos al trabajo y a los lugares que frecuentamos? ¿Hay un sonido de victoria que sale de nuestros labios cuando transmitimos el amor de Dios? 1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Como siempre, el Señor estaba en lo correcto cuando dijo en Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca. Somos la voz del Señor y su brazo extendido en esta tierra. En la mayoría de los casos, seremos la única biblia que las personas de este mundo llegan a leer. ¿Qué estará escrito en las páginas de nuestros corazones que las personas puedan ver para darles vida y un mayor deseo de conocer a Dios? 2 Corintios 3:2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres.
Al darle vueltas tratando de sintonizar una estación en la radio, estaba yo buscando una frecuencia con la que me pudiera conectar. Cuando oro pidiendo instrucciones y buscando el rostro de Dios, me conecto con la frecuencia de Dios que me ayuda a escuchar lo que el Señor dice a mi corazón. Hay interferencias que pueden ocurrir porque el enemigo está intentando lograr que yo escuche otra estación con lujurias mundanas y deseos de glotonería como obstáculo en el corazón de mi corazón receptivo. Mantenernos en sintonía con nuestro Señor Jesús asegurará que nuestras vidas se mantengan sanas y sabias. Juan 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. La táctica que utiliza el enemigo es intentar que cambiemos de estación aunque estemos recibiendo una señal clara.
El diablo hace lo mismo que hizo en el jardín del Edén. Satanás intenta que cuestionemos la palabra clara y perfecta de Dios. Génesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. El diablo le hizo lo mismo a Jesús cuando lo tentó a cuestionar Su posición como Hijo de Dios. Mateo 4:3 Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
El enemigo no tiene nuevas estrategias porque las viejas siguen funcionando. Eclesiastés 1:9 Lo que fue, es lo que será, y lo que ha sido hecho, es lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. Satanás aún sigue intentando que desconfiemos de la integridad de Dios y nos tienta a buscar otras estaciones y canales que tengan una persuasión en contra de Cristo. El diablo siempre se sobrepasa y podemos resistirlo a través de la fe. Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Gracias, Señor, por mantenernos conectados con un Dios amoroso y justo. Te has asegurado de que te pertenezcamos y no estaremos perdidos en esta vida ni en la venidera. Juan 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
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