Proverbios 20:9 ¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»?
Ecclesiastes 7:20 No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque. La adoración y el deseo de los tres tropiezos: las chicas, el oro y la gloria son la raíz que causa al hombre su pecado destructivo, escoger esto resultan las tribulaciones causadas por el mismo pecado. Desde un principio, estos ídolos codiciados, han causado al hombre a pecar y pecar. Nuestro ego ha sido atrapado por el enemigo de nuestra alma, y Satanás sabe cual tropiezo estimular cuando estamos débiles. Le damos a Satanás el derecho de hablar por nosotros cuando pecamos, entonces si queremos callar a Satanás; deja de darle munición. La oportunidad de pecar siempre está enfrente de nosotros y tenemos que ser sinceros con Cristo aún cuando sentimos que el mundo se está saliendo con la suya y sus malas intenciones. Ecle. 8:12 El pecador puede hacer lo malo cien veces, y vivir muchos años; pero sé también que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.
Me gusta lo que Ann Lamotte dice, “Nosotros no somos castigados por pecar, el pecado nos castiga.” Rápidamente observamos cómo los políticos, los famosos y los artistas han tratado de usurpar la gloria cuando verdaderamente la gloria le pertenece al Dios Omnipotente. Estos humanistas quitan la gloria de Dios y se la quedan para ellos mismos. Creyendo que están sobre las leyes de Dios. De la misma manera que Satanás trata de expropiar la gloria de Dios para él mismo. Así como muchas personas tratan y buscan la gloria que Dios merece, clamando que han salido adelante por sí mismo y no dependen de nadie pero solo de su propio ingenio. En muchas ocasiones, después de hacer estas declaraciones de grandeza, no mucho tiempo después caen destrozados ante el mundo con severas consecuencias. Isa. 42:8 »Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos. Puede que estos egoístas sufren de síndrome de ícaro o simplemente arrogancia, ellos finalmente caen y el resultado siempre es el mismo, el autoinducirse castigo dan a revelar que patéticos son y después de todo son solo humanos. La gloria de Dios le pertenece a Dios y solo Dios puede manejar el poder que la gloria tiene.
A veces las personas cruzan esa línea de codicia antes de realizar esa trampa y no pueden regresar porque ya están capturados. Puede que ya firmaron un acuerdo financiero que es mayor del grado que puedan pagar. El deseo por esa casa nueva, ese carro o cualquier símbolo de estatus que está a la moda en ese momento, es muy fuerte para resistir. Ahora, ellos son esclavos de una deuda que los está estropeando. Codiciar la luz y el brillo que causa su ansia por el oro era difícil de resistir. Lo que un día solo era un sueño para seguir trabajando, ahora es una pesadilla viviendo. Deut. 7:25 Pero tú deberás quemar en el fuego las esculturas de sus dioses. No codicies la plata y el oro que las recubren, ni caigas en la trampa de quedarte con ellas, pues eso es algo que aborrece el Señor tu Dios. No hay nada malo con el oro y su uso para vivir, pero que llegue a ser consumidor por el poder imaginario y acumulación de ello, es un juego a perder.
La falla de la sociedad revela que es lo que esta solo abajo de la superficie, y mientras navegamos por este mundo de idea o logia pansexual, que esta abajo de la superficie esta pudriendo el corazón de los jovenes lo que el amor es. La adoración de la imagen del cuerpo que promueve una vista narcisista propia que satisface. En muchos casos, crea satisfacción y odio propio. Mejoramientos con cirugía en partes del cuerpo para lograr aceptación en la sociedad llega a ser un anhelo para muchos. En algunos casos estas opciones afectan su propia imagen. Lo que se vendió como una liberación real a estas personas hambrientas de cariño, termina causándoles problemas de depresión, ansiedad y amor propio por confiar en estos procedimientos.
No estoy hablando mal de las cirugías reconstructivas que son necesarias para una mastectomía, amputación o quemaduras de vida o muerte. Gracias a Dios que estas personas quienes han sufrido estos traumas puedan tener este semblante de normalidad y regresar a sus vidas por medio de las habilidades de los trabajadores médicos en ese campo. Mi preocupación es por la gente que cayeron en tener la imágen de un cuerpo perfecto para atraer a un amor perfecto en su vida. Alguien puede ser muy guapo o muy bella pero en su corazón solo hay maldad, y la maldad muy pronto llega a reflejarse en lo que hacen. 2Sam. 14:25 En todo Israel no había ningún hombre tan admirado como Absalón por su hermosura; era perfecto de pies a cabeza. El corazón de Absalón estaba lleno de traición y asesinato que finalmente llego a matarlo. É era una persona físicamente perfecta y adorado por su hermosura, aún así, no había sustancia de caracter o satisfacción en esa imagen. Absalón todavía quería más de lo que él pensaba para llenar esa auto-imágen. Pero su perseverancia sólo llegó a ser tomar el poder de otros y su gloria.
Jesús se rodeaba de personas comunes. Invitaba a los pescadores, a los coleccionistas de impuestos y variedad de seguidores que caminaran con Él y realizar el plan de Dios para la humanidad. Después de la resurrección del Señor, con Cristo en sus corazones, transformaron al mundo en lo que hoy conocemos. Ecle. 7:19 Más fortalece la sabiduría al sabio que diez gobernantes a una ciudad. Llegamos a ser como lo que adoramos. Si adoramos al Señor y seguimos su guía en la vida, va haber gozo y paz auténtica, aunque no haya paz en el mundo. Mientras vamos siguiendo a nuestro salvador, encontraremos nuestro lugar en Su plan. Fili. 4:6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Cualquiera que se mantiene persiguiendo a las chicas, el oro y la gloria para adquirir gratificación, tienen que prepararse para pasar tiempos difíciles, decepciones y el corazón roto. Nadie ni nada puede satisfacer ese hoyo que el pecado ha creado entre el alma del hombre. Prov. 20:9 ¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»? Cristo el Señor es el único quien sabe como remendar Su amor y mover sanidad en nuestra alma para llenar lo que estábamos buscando en todos los lugares equivocados. Solo Cristo, por medio de Su sacrificio, puede darnos una belleza verdadera, riqueza y honor que nos regresa a una amistad con Dios nuestro Padre. Gracias Señor por amarnos en tu eterno plan.
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