Proverbios 29:22 El hombre iracundo provoca peleas; el hombre violento multiplica sus crímenes.
La vida secreta, pensamientos secretos, aún cuentas de banco secretas, finalmente se descubren. Ecle. 12:14 Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto. El peso de llevar un secreto puede enfermar, por el temor de que otros se enteren. Una responsabilidad no deseada que contiene un secreto y que pueda afectar a otra persona te está afectando a ti también. El secreto puede terminar controlando tu vida, por el tremendo peso en que te encuentras. Valery Bertinelli dijo, “tu enfermedad es tanta como tú secreto.”
Yo crecí con un secreto pesado durante mi niñez. Había visto a mi padre pegarle a mi madre, hasta que había manchas de sangre por todos lados. Los gritos ahogados cuando conectaban los puñetazos en la cara y el cuerpo de mi madre, era una memoria muy dentro de mí. Yo tenía cinco años cuando escapamos ese ambiente violento. Sin embargo, los recuerdos de esa horrible cobardía de mi padre, nos ha brutalizado con el peso de un gran secreto en mi alma. Prov. 29:22 El hombre iracundo provoca peleas; el hombre violento multiplica sus crímenes.
Fue un otoño en 1996, que decidí exponer este secreto al escribir la historia de la vida de mi niñez y la relación con mi padre. La historia se llama “Lo estoy contando Doug” fue después que lo escribí a todo color, exponiendo la brutalidad con que éramos tratados, que el peso finalmente salió de mi vida.
La llave de mi victoria termino siendo que pude perdonar de corazón a mi padre y todo lo que hizo, para que Dios pudiera sanarme por completo. Marcos 11:25 Pero cuando oren, perdonen a los que les hayan hecho algo, para que el Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados. Fui sanado milagrosamente de las pesadillas y de mi memoria. Fue algo tan real la liberación que pasó en mi corazón y en mi vida.
Fue cuando aprendí a perder peso en secretos que causan dolor. Cuando siento la enormidad de un secreto – ¡lo boto! Pueda que estés cargando un secreto que te está causando dolor, que no te deja avanzar, como cargando una mochila pesada; es tiempo que los botes y los saques para tener tu vida de regreso en Dios, guiada con su paz, gozo y amor. Neh. 8:10b No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza». Entrega el secreto que te da dolor, a nuestro Señor, para que Él te muestre como sobresalir de esa basura que te causa dolor.
No todos los secretos son malos, los íntimos que tenemos entre mi esposa y yo, que nos hacen sonreír y nos acercan a Dios son saludables. Pero los que separan a familias, son para botarlos y exponerlos, pues son unas plagas venenosas. Más un secreto nunca se debe decir cuando viene de chismes y calumnias. Prov. 20:19 El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más.
Secretos que han marcado y herido el alma de la gente hay que confesarlos, divulgarlos y comunicarlos. Ya hechos, hay que perdonar por medio de la gracia a los que que causaron dolor, para que la libertad y sanidad de Dios llegue inmediatamente sacando todo dolor. Samos 91:1 El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
¿Cuanto peso has estado cargando muy dentro de ti, protegiendo secretos por ignorancia, miedo o confusión? Puedes ser libre en cuanto los entregues y perdones el pasado. Este acto de valentía que viene de tu corazón, te ayudará a regresar tu presente y tu futuro. Con la ayuda de Dios, que así sea en tu vida. Amen.
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