Proverbios 3:26 Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa.
1Samuel 12:20 —No teman —replicó Samuel—. Aunque ustedes han cometido una gran maldad, no se aparten del Señor; más bien, sírvanle de todo corazón. Samuel decía, “Solo porque tú arruinaste todo a lo grande, no quiere decir que dejes de seguir a Dios. Regresa a que tu corazón crea otra vez al amor que Dios tiene por ti.” No caigas en la mentira de que Dios ya no te ama. Puedas decir, “Pero he caído muchas veces, por mi debilidad. ¿Cómo puede ser que Dios tan perfecto me ame?” Éso es. Dios es perfecto y fuera de perfección, Él escoge amarte no importa dónde y cómo estés.
Satanás, el acusador, siempre te mentira y te dirá que tú pecado ha causado a Dios rechazarte y que es mejor que te apartes de Él. La verdad es completamente opuesto. Cuando fallamos por pecado, es cuando rápido tenemos que correr hacia a Dios quien está lleno de misericordia y gracia, esperándote para perdonarte cuando se lo pidas. Heb. 4:16 Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
No aceptes la mentira que tienes que ganar el perdón de Dios. Eres amado y no hay nada que pueda quitarte el amor de Dios hacia ti. Rom. 8:38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Muchas gente falsamente cree que no hay esperanza para ellos porque han arruinado su vida a lo grande. Unas de las situaciones documentadas en que han arruinado a lo grande en la Biblia, fueron hechas por padres en fe. Saul perseguía y destinaba a muerte a los cristianos antes que él llegara a ser el apóstol Pablo, quien llegó a llevar muchos a Cristo y nos dejos las epístolas de fe. El Rey David, había cometido adulterio y sancionó una muerte para cubrir su acto de pecado. Vivió con esa culpa hasta que el profeta Natan expuso al rey de sus pecados. Salmos 51:2 Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. El rey David regreso a sus sentidos arrepintiéndose y restableciendo su relación con Dios.
Muchos patriarcas en la Biblia arruinaron su vida a lo grande caminando con Dios. Ellos no eran gente perfecta, pero eso sí tenían una cosa, seguían buscando y corriendo hacia Dios donde encontraban seguridad e inquebrantable amor de Dios. Prov. 3:26 Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa.
Puede, que habían trampas extendidas a estos peregrinos de fe, pero Dios los libraba de no caer en la mentira y desepcion del enemigo. Dios no ha cambiado su plan para nuestra vida. Todos los días, nuestro Señor está haciendo lo mismo para nosotros. Nos protege de caer en las trampas del enemigo. Podemos venir a nuestro Padre a cualquier momento y en donde estemos pidiéndole perdón, fuerza y ayuda. Podemos estar seguros que nos lo da.
Pueda que arruinemos nuestra vida a lo grande en varias ocaciones, pero en mayor medida, Dios nos ha salvado a lo grande por medio de Cristo, nuestro Señor, ha hecho una manera para nosotros en que podamos vivir en Su gracia. Rom. 5:20b Pero, allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. No dejes que el pecado y los recuerdos de nuestro pasado nuble la visión que nuestro Padre celestia tiene para nuestro futuro. Dios no ha terminado con nosotros. Dios tiene un plan eterno para nosotros y está escribiendo nuestra historia con fe. Heb. 12:2a Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe.
El enemigo de nuestra alma no tiene nada que decir de nuestro destino. Dios tiene la última palabra y Él dice, “Que tú eres suyo y eres amado con un amor perfecto.” Si tú has arruinado tu vida a lo grande, entonces, regresa a casa al Padre celestial. No importa lo que hayas hecho. No hay perdón si no lo pides. Psalm 32:1 Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.
0 Comments