Proverbios 11:25 El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.
No hay obras pequeñas en el Reino de Dios cuando trabajamos para el Señor. El Salmista lo pone muy claro, que es mejor estar un día en la presencia de Dios y el servir supera todo lo que el mundo tiene para ofrecer. Salmos 84:10 Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos.
En el libro de Hechos leemos que los apóstoles necesitaban ayuda diariamente administrando a la iglesia. Hechos 6:2 Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Los requisitos que se esperaban de aquellos que servían todos los días de la iglesia antigua, eran personas que tuvieran integridad espiritual. Gente quien amaban al Señor y estaban llenos del Espíritu Santo.
¿Que obra era tan importante, que el estar llenos del Espíritu Santo era un requisito? Hechos 6:3 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así era hermanos. Estar lleno del Espíritu Santo era necesario para limpiar mesas. Muchos creerán que este trabajo es mundano y bajo. Aún así, Dios quería servidores quienes tomaban en serio a su salvación para servir en Su Reino.
La próxima vez que Dios te pida limpiar mesas por decirlo así, pueda ser tu oportunidad de tener la experiencia de un momento satisfactorio en tu vida como cristiano. No juzgues los requisitos de Dios para servir con tus propios estándares mundanos sociales para subir escalón. Como lo dijo el salmista, “¡Oh Dios, un solo día en el portal de tu Reino es mejor que miles días en cualquier otro lugar.!” Amén y amén!
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