Proverbios 10:16 El salario del justo es la vida; la ganancia del malvado es el pecado.
Génesis 31:41 De los veinte años que estuve en tu casa, catorce te serví por tus dos hijas, y seis por tu ganado, y muchas veces[c] me cambiaste el salario. La mayoría de nosotros hemos trabajado por un escrupuloso Labán aveces en nuestra vida. A muchos de nosotros nos han manipulado y maltratado por un empleador, líder ó jefe que no se preocupa por el bienestar de ninguno.
En la escritura anterior, Jacobo ya estaba arto que lo vieran como tonto y maltratado for veinte años por su suegro Labán. Jacobo estaba expresando su caso ante Labán y Dios. Él había trabajado durante los días más calurosos bajo en sol y en las noches más frías, más la constante presión de producir y prosperar a su mal agradecido suegro. Jacobo llegó a la pared proverbial del, ya no más.
El hecho de que podamos relacionarnos con Jacobo en esta situación nos debería dar una pausa, que llegemos hacer lo mismo. ¿Porqué llegamos a ese momento donde lideamos con el acoso, de tipo y espíritu de Labán que es predominante todos los días en el lugar de trabajo? Sin embargo, ¿Porqué aguantamos los ataques del enemigo cuando es asunto de nuestra alma.? La misma manera de astucia y estafa de un Labán, así es la actitud conque se nos acerca Satanas en el reino espiritual. Gritemos, ¡”ya no más, te reprendo Satanás en el nombre de Jesús! Mateo 4:10a —¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—.
Una vez yo trabajé por un dueño-gerente de una compañía que tenía el mismo espíritu de Labán. Él cambió mi remuneración tres veces en tres años. Seguía cambiando cosas fiscales a su favor y ventaja, llegando hacer para mí muy difícil lograr algo de valor, porque la estructura de pago ya no era de confiar. Sinó fuera por el favor de Dios en mi vida en esos días, nunca, nunca hubiera prosperado. Llegó el día cuando dije, “Ya no más, ya es hora de salir.”
El Señor me guió a mejores prospectos para mi vida y ministerio. Prov. 10:16a El salario del justo es la vida. Aprendí a como escuchar lo que Dios me decía en lugar de escuchar las trampas del enemigo. Isa. 30:21 Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo».
Satanás miente y roba nuestros sueños y visiones. El mentiroso siempre va a mentir y cegarnos con trucos y trampas. 2 Cor. 4:4 El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. La luz brillante de la verdad, rompe cualquier mentira que nos llega las veinticuatro horas al día, siete días a la semana a nuestra alma por el enemigo de nuestra alma.
Nuestro Señor ya rompió el espíritu cruel de Labán sobre nuestra vida. Satanás ya no tiene autoridad, agarre o derecho legal sobre nosotros. Ya hemos sido comprados y pagados completamente con la sangre de Jesús. Ya deja de pensar que estás en un callejón sin salida, ya es tiempo de gritar, “ya no más, soy hijo de Dios y soy completamente amado por mi Padre Celestial. En la presencia de Dios es donde yo vivo, trabajo y oro. Hechos 17:28a “Puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Bendiciones a todos nosotros.
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