Proverbios 26:11 Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad.

      Mi amigo Don Bird, contesta una llamada telefónica donde le pedían donación para un refugio de animales, y les dice, “están ladrando al árbol equivocado.”  Me hizo reír.
      He notado mucha gente ladrando y gritando a cada árbol que encuentran en su camino durante esta pandemia. La sobre carga de información y mala información está pesando la mentalidad de la mayoría de los ciudadanos, resultando en confusión en toda área de la vida. Es difícil creer todo lo que se informa pues cambia depende quien es el oficial de ese departamento de salud o el sistema de radiodifusión.
      Todo esto no es algo nuevo. El apóstol Pablo tenía que lidiar con sobre cargada de información religiosa, que estaba llegando a las iglesias que se estaban estableciendo en ese tiempo. Pablo advirtió a la gente que tuvieran cuidado de perros y lo que estaba promoviendo. Fili. 3:2 Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo. Los viejos maestros de la ley y los hambrientos de poder de ese entonces estaban literalmente ladrando al árbol equivocado, cuando era cosa de enseñanza de la doctrina relacionada a la circuncisión para ser salvo.
       Aunque ya era una un nuevo pacto, en que ya no era requisito la circuncisión  para ser parte formal de la relación con Dios, ésta doctrina se seguía enseñando, causando problemas en la nueva iglesia. Esta ley ya no era requisito para ser parte de la asociación con Dios. Aquellos que presumían de tener toda respuesta de conocer a Dios, no podían resolve en su propio corazón los cambios del nuevo pacto que estaba tomando lugar. Ellos insistían en ladrar al árbol equivocado porque continuaban regresando a sus viejas costumbres a pesar del hecho, en que Dios estaba yendo a otra dirección. Prov. 26:11 Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad.
      Estaban pasando mensajes mezclados y la gente estaba confusa. El Nuevo Testamento del Señor estaba trayendo al mundo una nueva liberación por medio de Cristo Jesús para toda alma y los viejos maestros no pudieron manejar este simple mensaje. Las clases de las reglas religiosas estaban perdiendo su autoridad y agarre al poder sobre la gente de entonces. Para mantener ese poder y las viejas enseñanzas, unos de estos poco escrupulosos maestros empezaron a falsificar cartas como si Pablo las estaba escribiendo, declarando lo necesesario que era la circuncisión para ser salvo.
      Pablo tuvo que hacer muy claro, que él era quien escribía a las iglesias. 2Tesa. 3:17 Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Esta es la señal distintiva de todas mis cartas; así escribo yo. Gál. 6:11 Miren que les escribo de mi puño y letra, ¡y con letras bien grandes! Así como suena de extraño, Pablo tuvo que lidiar con malas informaciones. 
      El apóstol Pablo y los cristianos de entonces estaban viviendo en un tiempo de gran transformación histórica. La mala información venía desenfrenada y Pablo tenía que lidiar con ello y vivirlo. Tenemos que hacer lo mismo hoy día. Tenemos que conciliar nuestras informaciones diariamente, pidiéndole a Dios que lo haga claro a nosotros, lo que es importante y lo que no es. Como dijo el apóstol  Pablo, tenemos que cuidarnos cuando viene noticias de perros. Tenemos que ver quién está manipulando la información para su propio bien. No nos unamos a la jauría de perros y encontrarnos ladrándole al árbol equivocado.
      Esta es la criteria que Dios nos da para filtrar nuestra diaria información. Fili. 4:8 Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Habita en las cosas que te da vida y pídele a Dios que te muestre claro que se necesita para seguir adelante en tu camino diario con Cristo. No seas como el perro que regresa a su desastre que el mundo le sirve todo el largo día. Somos creados para cosas mejores. Que la gracia de Dios nos mantenga limpios y bendecidos.