Proverbios 1:8 Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre.
Reflexina bien sobre tu camino. Hag. 1:5 Así dice ahora el Señor Todopoderoso: «¡Reflexionen sobre su proceder! Pon atención al Padre Celestial en lo que ha dicho y pon atención a las señales de los tiempos que están tomando lugar en tu vida. ¿Estás escuchando la voz del Señor y siguiendo lo que Él dice? O ¿Estás descartando las indicaciones de Dios porque tu corazón ha llegado a ser sordo? Acércate a ponerle atención a lo que el Espíritu Santo está diciendo.
¿Cuantas bendiciones hemos perdido porque no reconocemos cuando Dios nos está visitando en esos momentos? Lucas 19:44b Porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte. Esto es lo que Jesús estaba exponiendo sobre la gente de Jerusalén. Dios los estaba visitando pero ellos no reconocieron a su salvador o las señales de esos tiempos. Era lo que la gente oraba (la llegada del mecía) estaba parado enfrente de ellos y con ellos pero no lo recibieron. Tan cerca estaban a una bendición, y aún así tan lejos.
Todos podemos pensar atrás y ver en donde perdimos esa visita con Dios. El Señor viene advirtiéndonos, ayudarnos durante una terrible situación ó bendecirnos mucho más allá de una expectación. De todas maneras, no reconocimos la presencia Dios en el momento que nos visitaba. Simplemente lo descartamos como buena fortuna y perdimos la oportunidad de expresar una gran gratitud, apreciación y responder a la voluntad de Dios en obediencia.
Había un hombre paralizado que estaba en esta enfermedad por cuarenta y ocho años. Estaba acostumbrado a la misma excusa año tras año para no llegar a ningún lado en la vida. Tenía un grado de fe y atendía a las reuniones de las persona con enfermedades a la Fuente de Bethesda. No sabía cómo usar su fe para su propia sanción. Tú puedes decir que puede ser como varios cristianos que están estancados en la iglesia, que atienden los domingos tras domingos pero no tiene victoria en su vida diaria.
Jesús visitó a este hombre y le hizo una pregunta muy interesante. Juan 5:6 Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: —¿Quieres quedar sano?
Cuando Dios te pregunta si quieres sanarte o salir en el problema en que te encuentras, pon mucha atención y responde a lo que Él esta diciendo. Después de que le hizo la pregunta, el paralítico empezó a contarle su triste historia y los problemas que tenía en su vida. Siempre estaba perdiendo la oportunidad de la vida porque otros llegaban antes que él. Juan 5:7 —Señor —respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua y, cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.
Cuando Dios el Padre te visita, toma todo lo que Dios tiene para ti y tira toda excusa que tengas. Si tienes una relación con Dios, entonces pon mucha atención a lo que Él te está diciendo. Prov. 1:8a Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre. Dios espera una respuesta con fe y no una lista de excusas. Una cosa es tener una visita Milagrosa de Dios y ser bendecido al máximo. Pero, pon atención y obedece lo que Dios te dice, para que tu mantengas sus bendiciones vivas.
No sabemos porque el paralítico estaba estancado en su situación por tanto tiempo, pero Jesús le dijo que dejara de pecar para que las cosas no se pongan peor en su vida. Juan 5:14 Después de esto Jesús lo encontró en el templo y le dijo: —Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor. ¿Puede que el paralítico perdió la oportunidad preciosa de esta visita e ignoró como muchos lo hemos hecho?
Tengo que considerar el camino que llevaba y arrepentirme de ello. Estoy aprendiendo a responder y reconocer cuando me visita mi
Señor. No tengo excusas para Él, solo mucho de, “Si señor! Has tu obra en mi Señor y dirígeme a la dirección correcta!” Todos necesitamos tener que poner atención a lo que nuestro Padre Celestial nos está pidiendo hacer cuando nos visita. Señor mi Dios, por favor visítanos otra vez, que podamos hablar contigo en estar en Cristo así como lo has ordenado. ¡Amén!
¡Amén!
Ven a visitarme señor