Proverbios 23:23 Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!
Juan 18:38 —¿Y qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. —Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.
Imagínate estando ante la presencia de la verdad ante Él mismo ¿y no reconocer la verdad? Todos podemos ver esto tan claro en el caso de Poncio Pilato, pero no cuando nosotros mismos lo hacemos. Entre nuestro corazón, podemos ser tentados y cambiar la verdad por una mentira que queremos creer para acomodar nuestro deseo en ese momento. Nosotros no reemplazamos la verdad porque a veces es inconveniente. Un amigo con buenas intenciones me dijo que ellos estaban contentos que yo había encontrado la verdad de la vida y que ahora la cosas se iban a nivelar para mi. ¿Cómo? Encontré mi verdad o la verdad. Jesús dijo que, “Él es la verdad.” Él también dijo que, “Él es la verdad y la vida.” Entonces, si tu vas a vivir la verdad, necesitas a Jesús porque Él es el camino, la verdad y la vida. Juan 10:6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Cuando tú tienes la verdad para una situación de vida, nuca la cambias por una mentira. Prov. 23:23 Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas! No importa si con esa mentira tendrías una recompensa muy grande en ese momento. La mentira te traicionará y finalmente se burlará de ti. Alguien dijo, “La verdad es como una cirugía. Duele, pero cura. Una mentira es como un analgésico, proporciona un alivio instantáneo, pero tiene efectos secundarios para siempre. Prov. 8:7 Mi boca expresará la verdad, pues mis labios detestan la mentira.
Durante este último año, de sobrecarga en información y teorías de conspiración en abundancia, han inundado nuestras vidas, la verdad ha sido más que bienvenida entre nosotros. Una calmada, simple y sincera respuesta es la más deseada. Mucha gente se pavonea afirmando tener la verdad o una idea en particular para adaptar en su estilo de vida elegido. Esto no puede sostenerse porque eventualmente habrá un un colapso que resultará de la gran mentira en la que están viviendo.
La verdad es la verdad, no es, ésta es tu verdad y ésta es mi verdad. La palabra verdad no se ha usado bien, y ha llegado a ser incomprendida. Estas manipulaciones de la supuesta verdad diciendo, “Esto es lo que quiero que mi verdad sea, y por eso, es mi verdad. Esto es lo que quieres que tu verdad sea y lo demás no importa.” De todas maneras, nada de estas creencias falsas son la verdad. Puede que haya un aspecto de verdad en sus creencias, pero a menudo, son deseos egoístas para el estilo de vida momentáneo. Estas gente se está preparando para una gran desepción. 2Tesa. 2:11 Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira.
Jesús vino a librarnos de nuestros pecados y ayudarnos a vivir una vida de la verdad de la palabra de Dios. Juan 10:10b Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Si nosotros queremos vivir una vida en la verdad, entonces tenemos que aceptar al quien es la verdad. Jesús, nuestro Señor dijo, “¡Él es la verdad!” ¿A quien le vas a creer? Aquellos que están tirando ideas filosóficas a lo que la verdad pueda ser, o a Jesús, el Príncipe de paz y verdad. No es difícil de escoger. Jesús es la verdad viva, Señor de todo.
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