Prov 30:5 Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio.
El sábado 2 de agosto de la semana pasada, yo estaba agachado tratando de poner la tapadera de un sartén en el gabinete y me levanté muy rápido y sentí como un mareo, derrepente vi un extrañó relámpago en mi vista, me asustè. El mostrador de la cocina vi que se partió en dos imagines y no se alineaba. Después perdí el control de mi mano derecha y empece arrastrar mis palabras mientras me agarraba del mostrador, lentamente bajè hacia el suelo. Tenía una sensación de estar atrapado en mi mente, porque lo que quería hacer no podía hacerlo. Seguía tratando de poner la tapadera en su lugar pero mi brazo derecho no me respondía. Sentí mi cabeza caliente y pensé, “me esta dando un derrame” me arrodille tosí y levanté las manos directo hacia arriba tratando de lograr control. Llamè a mi esposa que acababa de preguntarme sí estaba bien y le dije “nooo” arrastrando la palabra. “Ccreo queee mme essta dando un derramme” me salían las palabras como en cámara lenta. Mi esposa con los ojos muy grandes corrió y empezó a orar recio conmigo “EN EL NOMBRE DE JESÚS!!!” Una y otra vez repetíamos Su nombre. Hecho 4:12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. Este fue el primer ataque. El lado izquierdo de mi cara la sentía como que se estaba derritiendo, pero después mi esposa me dijo que fue el lado derecho de mi cara, colgaba floja y estaba completamente pálido. Seguíamos clamando el nombre de Jesús con la esperanza de sanar esta situación. Fili. 2:10 Para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra.
Después del inicio de miedo y terror de lo que parecía ser mi final, una sensación de paz empezó a aunmentar en mí durante la confusión del AIT (ataque isquemico transitorio) me daba cuenta que tenía una consciencia limpia y clara. Tan extraño como suena, sentía una pequeña sensación de paz en mi consciencia y un rayo de paz con Dios y dije en mi corazón, Señor, me siento bien para irme, pero siento por mi esposa el tener que hacer ese papeleo que necesitará para todo esto, por favor ten misericordia en mí y sácame de esto. “Fue un torrente de pensamientos extraños, pero el miedo fue reemplazado con una paz. Después del segundo ataque, tuve miedo otra vez, pero otra vez una gracia de paz empezó en mí con la idea que yo estaba bien ante Dios y que la salvación es cierta. Extraña declaración, pero el saber que estaba salvo en ese momento me dio esperanza en arrodillarme y orar. Empece a volver a una forma de normalidad, pero sacudido. Recuerdo algo que leí esa mañana “Nunca estamos tan altos como cuando estamos de rodillas orandole a Dios”. Mi lengua todavía la sentía dormida como cuando voy al dentista, pero mi pensamiento estaba claro. Esto empezó un nuevo miedo, mi mente estaba clara pero no tenía control de mi brazo y de mis ojos. Prov 3:25 No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos. 26 Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa.
De repente la sensación empezó a disminuir. Le pedí a mi esposa que llamara a la ambulancia pero sentía que decía nuevve unno unno como gemido. Los dos ataques fue en cuestión de un minuto más o manos, pero que minuto fue ese minuto. Los milisegundos parecían alargarse en una coherente discusión de pensamientos, palabras y acciones. Para cuando mi esposa hablaba con el despachador de ambulancia yo ya estaba sentado en una silla y ella me hacia las preguntas que le dictaba el médico del 911″sonríe” ella dice, después ella responde, “si, su sonrisa está pareja” “levanta las manos” ella dice. “Si, sus manos las levanta parejo” y así sucesivamente. Después de cinco horas en el hospital y soportando todo tipo de exámenes, no encontraron nada malo en mí esa noche. Sin embargo, unos días después y más exámenes encontraron algo los doctores que creen que fue lo que causó el derrame cerebral, que es FA (fibrilacion auricular) Bendito sea Dios yo digo, Bendito sea Dios, porque ahora ya sè en que área orar, donde necesito sanación específicamente. Sí, seguiré con las recomendaciones del establecimiento médico para mantenerme libre de derrames, más importante, edificare mi fe para tener un corazón completamente sano.
Hay unas lecciones que aprendí en esta noche de terror. El día de hoy cuenta, entonces no lo desperdicies en ofensas o culpabilidad que estas acarreando. Salmo 118:24 Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Me di cuenta que no vamos a llevar nada de esta egocéntrica con nosotros, entonces, es mejor dejarlo aquí en la tierra desde hoy. Perdona a todos y todo lo que tengas que perdonar. Deja toda culpabilidad y tu complejo de mártir que guardas, y entra en el gozo del Señor porque èso vale la pena tener. Otra cosa que me bendice es saber la importancia de tener una clara y limpia consciencia. Eso fuè un gran consuelo durante este acontecimiento espantoso. Sin embargo paz prevaleció finalmente por conocer al Principe de Paz que también me conoce a mí. 1 Juan 5:14 Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Vive sin remordimiento. Abraza a tus hijos, llama a tus padres, sonríe y besa a tu esposa o esposo porque en un milisegundo todo puede acabar. PS empieza a poner tus papeles en orden 🙂
Firma: Contento de estar vivo! Bendiciones.
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