Prov. 20:24 Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?
Alguien dijo, “La lluvia no cae, es jalada al suelo por gravedad.”
¿Quién te jala a ti a tu eterno destino? ¿Eres fácil de alejarte de la guía de Dios en cada doctrina por ser inmaduro en lo que escoges en la vida? Efesios 4:14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Dios nos ha creado con eternidad en nuestro corazón y por medio de Cristo nos pone en camino de justicia para seguir toda la vida. Tal vez esto sea un ejemplo rígido, pero en la misma manera que el planeta permanece en su órbita, trayectoria y movimiento alrededor del sol, nosotros también tenemos un rumbo similar a seguir. La ley de gravedad mantiene y evita que los planetas choquen entre ellas como tambien que vayan hacia al sol resultando en una quemadura final. ¿Que o quien tiene esa atracción gravitatoria en tu mente, alma y vida? Con tu relación con Dios ¿Estás dejando que Dios dirija tu vida entre y alrededor de Jesucristo nuestro Señor? Muchas personas han escogido su propia órbita, han estrellado fuertemente y lastimando a otros.
En el libro de Jueces capítulo 14 al 16 está la historia de Sansom. Mientras leía esta historia los pensamientos de conducta carnal parecen rampante en cómo Sansom era convencido por lo que le daba placer por el momento. Si escoger a Dios fuera lo mejor, el escogería a Dios. Si mujeres y llevar una vida loca era el evento del día, el se dejaba ir por ello. Parecía que Sansom no tenía un sentido de dirección para seguir, solo su propia fuerza brutal a solución del problema momentáneo a mano. Sé que en esa era de justicia con espada, hablar era probablemente un último recurso y cierto, el espíritu de Dios llego sobre Sansom para juzgar a los Filisteos porque esa era la llamada de Sansom. De todas maneras, parecía que todo lo que Sansom hacía era de cortar y quemar y después lidiaba con las consecuencias. Su conducta peligrosa lo llevó a un lugar de vulnerabilidad llegando a costarle su vista. Jueces 16:21 Entonces los filisteos lo capturaron, le arrancaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Lo sujetaron con cadenas de bronce, y lo pusieron a moler en la cárcel.
Eventualmente a través de la vida siempre hay un precio al descaro de no seguir las instrucciones de Dios. En el caso de Sansom el reveló el secreto de su fuerza mientras su guardia estaba abajo. Sansom no era alguien a quien podían manipular. El era poderoso pero había asumido que siempre estaría en el camino de Dios no importaba lo que hiciera. Gracias a Dios por su misericordia y gracia porque Sansom se arrepintió y fue usado una vez más para traer justicia de Dios sobre los Filisteos. Jueces16:28 Entonces Sansón oró al Señor: «Oh soberano Señor, acuérdate de mí. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas solo una vez más, y déjame de una vez por todas vengarme de los filisteos por haberme sacado los ojos». 30 Y gritó: «¡Muera yo junto con los filisteos!» Luego empujó con toda su fuerza, y el templo se vino abajo sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba allí. Fueron muchos más los que Sansón mató al morir que los que había matado mientras vivía.
Cuando dejamos de movernos entre las leyes gravitatorias, por decirlo así, que Dios ha puesto entre nuestras vidas, podemos llegar a ser prisioneros ciegos por lo que hacemos hecho como le pasó a Sansom. Podemos terminar débiles, con amargura y sin ninguna visión espiritual entre la dureza y resultados de nuestros hechos. Muchos creen que ser libre es hacer cualquier cosa que a la persona le parezca sin tener consideración a nada y a nadie. La ley de la vida no es así tampoco las instrucciones de Dios. Hay una órbita espiritual a la vida y la gravedad de Dios que nos mantiene en el buen camino. ¿Es un tren libre si se sale de la vía? No, necesita alineación de los carriles para permitir jalarlo del tonelaje más allá del que podamos imaginar y moverse con suavidad a pesar de todo ese peso. ¿Es un barrilete libre sin la fortaleza de un cordón conectado a la mano que lo agarra? No, el barrilete necesita estar atado a la conexión de un cordón fuerte para poder maniobrar maravillosamente a una alta presión de viento en que se encontrara libremente volando. Si un tren y un barrilete pudieran hablar, podrían decir mucho, su gozo viene por obedecer límites que los ayuda a llenar su propósito. Entonces hermanos, el gozo del Señor y nuestra conexión a El es nuestra fuerza. El Señor nos da la habilidad de estar entre la gravedad de Dios jalando nuestra vida. Neh. 8:10-B Pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza». Por eso, libremente hagamos órbita al rededor del Hijo de Dios para llegar a ser completamente libres. Verdaderamente libres. Juan 8:32 Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Salmos 8:3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, 4 me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?» Somo los amados de Dios, es lo que somos. ¿Como es posible que un gran Dios quiera nuestro amor y amistad? Aveces creo que sé pero lo único que puedo decir es, “Pero que buen Dios es a quien servimos.” En El tenemos un destino. Guárdanos Señor en la órbita de tu amor siempre. ¡Amen!
Pequeño Asunto
Jeremias 32:27 «Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? Le pedía a Dios que me ayudara con algo pequeño esta semana y me di cuenta de que lo que estaba pidiendo era un asunto pequeño en comparación con las guerras...
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