Prov. 14:27 El temor del Señor es fuente de vida, y aleja al hombre de las redes de la muerte.
I Cor. 15:26 El último enemigo que será destruido es la muerte.
Yo sé que esto va a parecer molesto a los Norteamericanos pero todos hemos realizado de la inconveniencia del morir algún día. Esta generación que su pensar es de, “lo quiero todo” estarán en control en el futuro hasta el final, de todas maneras hay uno quien tiene la última palabra de los días que tenemos en esta tierra. Job 14:5 Los días del hombre ya están determinados; tú has decretado los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar. Por eso somos exhortados a vivir y disfrutar el día en que vivimos. Salmos 118:24 Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Disfruta tu día hoy como si fuera el ultimo que tuvieras.
La única salida del agarre de la muerte es por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Como dice el proverbio – la muerte es una trampa, y eso ha sido para cada persona que ha vivido y vive ahora que trata de escaparse de ella. Escaparse de la trampa, agarre o el inevitable embrague de la muerte que mantiene a las personas con temor en vivir su vida realmente libres y seguras. Nosotros, en sí mismos no podemos vencer al enemigo que la humanidad tiene que enfrentar aún con nuestra propia astucia y bravata. Tiene que ser un Dios sobrenatural sacarnos por la puerta de la muerte y salir completo al lado de Cristo y manifestar en plenitud de nuestra vida. Salmos 48:14 ¡Este Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre!
Jesus venció a la muerte por medio de su Resurrección. Cristo tomó el poder de la habilidad de la muerte en corromper y destruir el alma del hombre y le dio al hombre quien lo ha recibido como su Salvador el mismo poder de la resurrección que levantó a Jesus de la sepultura. 1 Cor. 15:55 «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?» Es cierto que todos nosotros vamos a morir físicamente, pero ya no más en terror pues Jesus no guía a través en la muerte. Si, claro incluso los sanadores de fe mueren pero sin temor de la corrupción, decadencia y el aguijón de la muerte una vez que renunciemos. Jesus aseguró las llaves de la muerte y del infierno para que nosotros no entremos a ello. Apocalipsis 1:18 Y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.
Incluso los sanadores de fe, ministros y todo justo en Cristo mueren pero gracias a nuestro Dios, Jesus venció a la muerte en nuestro nombre. Esta es la buena nueva que vamos a estar con nuestro Salvador y la muerte no tiene derecho de propiedad en nuestra alma. 2 Cor. 5:8 Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor. Alguien pueda decir que sueno un poco a morboso hablar de la muerte como si fuera algo the ansiar, no, no es así, estoy contento de vivir una vida virtuosa y puedo hacerlo porque la muerte ya ha sido vencida en mi nombre. Puedo estar en paz y hacer lo que mi Salvador ha puesto en mi corazón porque el temor a la muerte eterna ya no tiene alcance a mi existencia.
Ya hemos sido comprados y pagados en su totalidad por medio de la sangre de Cristo y la obra de la cruz donde fue clavado. Nuestros pecados y juicios fueron clavados en la cruz el día que aceptamos a Jesus nuestro Señor. Yo personalmente no tengo intenciones de regresar y entregarme a la trampa de la muerte y todas sus torturas. Yo veo a Él quien me ha dado toda su justicia, gracia, alimentado mi corazón y vida con ese maravilloso regalo del amor de Dios. Cuando yo muera, será con y en el Señor mi Dios. La muerte, el ultimo enemigo ha sido vencido por mi Salvador. Que amor más maravilloso que Dios tiene para nosotros. 1 Cor. 15:26 El último enemigo que será destruido es la muerte.
Pequeño Asunto
Jeremias 32:27 «Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? Le pedía a Dios que me ayudara con algo pequeño esta semana y me di cuenta de que lo que estaba pidiendo era un asunto pequeño en comparación con las guerras...
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