Josué 1: 9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».
Haciendo ejercicios con los anillos en el gimnasio, alguien se me acercó y me señaló los peligros de lastimarme (para una persona de mi edad) la implicación fue, que tuviera temor de lastimarme por ser mayor de la mayoría de los que están en el gimnasio y que se toma más tiempo en sanarse si me lastimo. Pensé, a veces nuevas rutinas pueden ser desafiantes y hay momentos de incertidumbre, pero aunque tema seguiré haciéndolo hasta aprender hacer mi rutina sin temor. Creo que esto es como todo en la vida. ¿Cómo podemos superar el temor y los obstáculos de la vida, a menos que estemos pasando por esa experiencia y aprendamos cómo vencerla? Los exploradores y los pioneros nunca hubieran llegado a ninguna parte si no hubieran salido al peligro y a lo desconocido. Si hubieran dejado que el temor los parara a sobresalir todas las probabilidades desconocidas que venían contra ellos, no hubieran logrado hacer nada. Todos necesitamos tener una actitud de pionero hacia las cosas que nos da temor, si no, nunca saldremos adelante y superaremos cualquier cosa que valga la pena lograr.
La palabra Sobresalir o Vencer implica que habrá una lucha para conquistar, a veces desafiante y a veces temerosa. Tenemos que sobresalir los temores y desafíos de la vida. Hemos sido creados para enfrentar dificultades para encontrar la manera de mantener nuestra vida y cuerpo sano, sabio e intrigado a través de las dificultades de la vida. Hemos sido creados para crear. Con la dirección de Dios, hemos sido creados para hacernos cargo del mundo y gestionarlo para el bien de todos. Gén. 1:26 Luego dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los animales que se arrastran por el suelo».
Ya sea que nos demos cuenta o no, hay mucha responsabilidad en gobernar toda la creación. Algunos de los eventos y escenarios mundiales van a causar temor y presentar una oportunidad de tener miedo solo por la dificultad de todo lo que hay que gobernar. Necesitamos aprender a hacerlo con temor hasta que ya no temamos. Saber que el Señor nos anima hacia adelante nos ayuda a gobernar en fe. ¿Vamos a cometer errores? Claro que los vamos a cometer, pero con Dios, vamos mejorando en nuestras decisiones. Isa. 41:13 Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”.
El Señor nos pide difundir las buenas nuevas, que no tenemos que vivir en un miedo constante. Isa. 35:4 Digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos». Si, claro que podemos ser fuertes en el Señor. Cuando la gente de Israel estaba atrapados entre el Mar Rojo y las carretas del Faraón estaban llegando muy rápido hacia ellos, el sentido de temor era prevalente entre la gente. Éx.14:10 El faraón iba acercándose. Cuando los israelitas se fijaron y vieron a los egipcios pisándoles los talones, sintieron mucho miedo y clamaron al Señor. Estaban temerosos pero tenían que sobresalir el temor en creer la palabra de Dios de liberación que se le había dado por medio de Moisés. Éx. 14:13 —No tengan miedo —les respondió Moisés—. Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás volverán a verlos! Puede que estuvieran aprensivos en caminar hacia adelante pero lograron pasar por el Mar rojo en tierra seca, lo hicieron temerosos hasta ya no temer.
El Salmista lo dijo mejor. Salmos 27:1 El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién me asustará? ¿Con que te has asociado que te mantiene atemorizado? Estamos animados a que dejemos que el Señor sea la fortaleza de nuestra alma para superar el temor. Si te has asociado con cualquier cosa que no sea Dios para ayudarte en la vida, entonces es probable que tengas dificultades y mantengas miedo la mayor parte del tiempo. El Señor no nos ha dado el espíritu de temor. Jesucristo nos ha dado su fuerza redentora para animarnos en la batalla de la vida. Además, Él nos ha dado Su armadura para ponernos, que la usemos para derrotar los ataques del enemigo que se nos presenta. Efe. 6:10 Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. 11 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
El deseo de Dios es que aprendamos a confiar en Él cuando Él nos dice que no temamos y que creamos que Él estará con nosotros no importa en donde estemos. Josué 1:9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas». Para muchas personas, esto será algo difícil de aprender y creer. Por lo tanto, hazlo con temor hasta ya no tener temor. Aprende a crecer en fe y llega a confiar en tu relación con el Señor hasta que un día llegues a declarar, “No tendré temor!” Salmos 118:6 El Señor está conmigo y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal? Bendiciones y paz.
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