Proverbios 9:10 »El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento.
Y todos los reyes de caballos y todos los reyes del hombre pudieron armar al mundo de nuevo.
No pudieron dar una onza de paz verdadera o una auténtica solución a una población mundial antojando seguridad interna durante la pandemia. Que despliegue absoluto, de incapacidad humana que nuestros líderes mundiales han demostrado, tratando de hacer un plan de deliberación a un mundo lleno de temor. Las únicas proclamaciones que nuestros líderes han instalado son temores, causando a la gente decir, “El cielo se cae, el cielo se cae.”
La verdadera ayuda no vendrá de una reserva genética humana, ésto, no es un criticismo a nuestros líderes, solo una observación, que ellos no pueden hacer lo que Dios puede hacer a la humanidad. Una ayuda autentica solo vendrá de nuestro Señor para aquellos quien lo aman. Mientras que la gente ponga su confianza al brazo fuerte de un hombre – por decir así, su maldición permanecerá. Jer. 17:5 Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!
No soy un experto, y pueda que sea algo bueno, puesto que hay cientos por minuto presentándonos nuevos temores a través de canales medios. Presentando entrevistas llenas de elogios de los que se consideran expertos unos tras otros, presentando lo que se supone, todo lo que es de saber de esta enfermedad que nadie precisamente sabe. La mayoría de estas entrevistas solo han hecho que los expertos lleguen a tener un vocabulario extenso para explicar un segmento en particular de medicina en que trabajan, que pueda que funcione. Esto no los hace expertos, los hace ser una persona experta en el trabajo que tienen, pero no una persona que tiene las respuestas a preguntas de rumores desconocidos. Rom. 1:22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios.
Veo increíble que la población mundial está buscando liberación o salvación desde una industria médica que causa más muertes iatrogénicas cada año en Norteamérica que en la muerte total del virus hasta ahora. Médicos, curen su propio sistema médico que está roto, y si lo logran, entonces pueden llegar a ser expertos. Parecen ser expertos en los dos lados del argumento y la teoría, que solo están causando confusión y ansiedad a nivel mundial. Apaguen las noticias por una semana y el setenta por ciento de tus problemas se desaparecerán.
No estoy cuestionando el corazón, sinceridad y dedicación de los trabajadores médicos que están en el frente, que han dado todo y merecen nuestro respeto por sanar a los enfermos lo más que pueden y tiene en su capacidad. Es solo al mundo que esta promoviendo temor, a las agendas gubernamentales y a los grandes farmacéuticos con su propia propaganda es de quienes hablo, quienes piensan en grupo y deciden por nosotros. Mateo 7:16a Por sus frutos los conocerán. ¿Porqué estamos buscando respuestas vivas entre estos quienes tienen muerto sus corazones?
Como creyentes en Cristo, no debemos dejar que este evento mundial define quiene somos. Dios es el único que define quiene somos por medio de Su gracia. Nuestro mandato en nuestro Señor es de ir al mundo a ministrar el evangelio de salvación, sanar y llevar paz, no ser locutores de la enfermedad. La palabra de Dios nos dice no abandonar la reunión de hermanos y hermanas quien nos dan aliento uno al otro. Heb. 10:24 Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca. La palabra de Dios no nos dice que nos escondamos en aislamiento del mundo hasta que descubran cómo sanar este desastre.
Nosotros ya sabemos que no podemos salvarnos solos. Entonces porque hay que esperar para que el mundo descubra cómo, cuando tenemos al Señor de señores y al Rey de reyes en nuestro corazón. Dios ya nos ha pedido que oremos, para que se manifieste la palabra sanadora a los perdidos y a los enfermos en este mundo. Solo Cristo puede con un problema mundial y solo los que tienen una relación con Él puede ser ministrado con mayor efecto con un entendimiento de justicia que verdaderamente se necesita. Prov. 9:10 »El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento.
No hermanos, no soy un experto. Soy un hijo lavado con la sangre de Cristo, hijo de un Dios vivo. Creo que si Dios dice que si todo se puede En Cristo, no seré definido por una enfermedad que está pasando por el mundo. No seré un agente de temor o de malas noticias, se me han dado las buenas noticas de Jesucristo. Mi corazón permanecerá firme en El Señor y me concentraré en todo lo que Él dice quien soy, y quien puedo ser. Solo hay un experto verdadero en estos tiempos con quien puedo confiar, porque por medio de Él y su fortaleza puedo hacer cosas difíciles. Fili. 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Quita tu mirada de las publicaciones de los auto- expertos y lleva tu mirada sobre Jesús.
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