Proverbios 7:24 Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras.
La fe como de niño no es complicada, y es el por eso que funciona. Tu no tienes que explicarle a un niño las diez etapas de recibir y las seis de confirmar, además de los tres niveles de pedirle a Dios de obtener su favor para que responda nuestras oraciones. Los niños solo piden, creen y continúan jugando. Ahora nosotros, que se supone que somos más sabios y llenos del Espíritu Santo tendemos a estropear este simple proceso con múltiples pasos y aros que saltar para obtener la atención de Dios, mucho menos para dar respuesta a nuestra oración. Puede ser que sea el porqué Cristo quiere que observemos la simple fe de un niño. Mateo 19:14 Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».
Mateo 18:3 Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. La fe como de niño, no es de confundirse con fe de infantiles que es presuntuosa, fatal y necia. 1Cor. 13:11b Dejé atrás las cosas de niño. No seamos infantiles e inmaduros en nuestra fe, al contrario, respondamos creyendo lo que Dios dice acerca de nuestras vidas y situaciones de la misma manera que un niño cree cuando unos de los papas amorosamente les explica ciertos hechos acerca de la vida que está pasando alrededor de ellos.
El corazón de Dios se conmueve a una fe como la de un niño, porque los niños tienen una confianza simple en el amor que Dios para ellos. 1Juan 5:15 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. La voluntad de Dios hacia nosotros es que estemos dispuestos a creer en el amor que Dios tiene para nosotros y que tengamos un corazón de arrepentimiento hacia Él. 2Pedro 3 9El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, Él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan. La fe como de un niño comprende la relación con Dios porque el corazón de un niño está abierto a creer que todo es posible.
En la boda de Caná, los sirvientes obedecieron a Maria con fe de niño haciendo lo que Jesús decía que tenían que hacer. Juan 2:5 Su madre dijo a los sirvientes: —Hagan lo que él les ordene. Los sirvientes podrían estar preguntándose, qué es lo que estaban haciendo llenando seis ollas de barro de treinta galones con agua. La respuesta podría ser tan simple como, “Porque Jesús lo dijo.” El ciego Bartimeo dijo sin ninguna duda cuando le preguntó Jesús que era lo que quería. “Quiero ver.” fue su respuesta, y sus ojos fueron abiertos. Ahí parece haber mucha indicación que una fe como de niño fue usada. Heb. 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
El corazón de Dios se conmueve a una fe como la de un niño, porque los niños tienen una confianza simple en el amor que Dios para ellos. 1Juan 5:15 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. La voluntad de Dios hacia nosotros es que estemos dispuestos a creer en el amor que Dios tiene para nosotros y que tengamos un corazón de arrepentimiento hacia Él. 2Pedro 3 9El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, Él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan. La fe como de un niño comprende la relación con Dios porque el corazón de un niño está abierto a creer que todo es posible.
En la boda de Caná, los sirvientes obedecieron a Maria con fe de niño haciendo lo que Jesús decía que tenían que hacer. Juan 2:5 Su madre dijo a los sirvientes: —Hagan lo que él les ordene. Los sirvientes podrían estar preguntándose, qué es lo que estaban haciendo llenando seis ollas de barro de treinta galones con agua. La respuesta podría ser tan simple como, “Porque Jesús lo dijo.” El ciego Bartimeo dijo sin ninguna duda cuando le preguntó Jesús que era lo que quería. “Quiero ver.” fue su respuesta, y sus ojos fueron abiertos. Ahí parece haber mucha indicación que una fe como de niño fue usada. Heb. 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
En el evangelio de Marcos, leemos la historia de los cuatro hombres que acarreaban a un hombre paralítico hacia Jesús en una camilla. Cuando ellos no podían alcanzar a Jesús porque la multitud era muy grande en la entrada, entonces lo subieron al techo en donde Jesús ministraba. Rompieron el techo y bajaron la camilla a donde Jesús estaba. La palabra dice que la reacción de Jesús a su fe fue, Marcos 2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados quedan perdonados. Cuando Jesús vio la fe que tenían, -esto, es una declaración poderosa. ¿Qué fue lo que Jesús vio, que lo conmovió para que fuera escrito de esta manera? los cuatro hombres podrían haber dicho, “Si logramos ponerlo enfrente de Jesús, entonces será sanado.” Un niño razona de la misma manera. Así como la mujer que padecía del flujo de sangre dijo, “si solo lograra tocar la orilla de su túnica, seré sanada!” Estas son declaraciones que no necesitan señales o cursos estudiados en fe.
Todos recordamos en algún momento, cuando Jesús contesta las oraciones que hemos pedido. Dejamos nuestra solicitud en el altar de la bondad de Dios. Como un niño, sonreímos y nos dijimos, “Gloria al Señor,” cuando llegó la respuesta, en muchos casos, la respuesta a nuestra oración fue aún más de lo que habíamos pedido. La exuberancia del gozo que vivimos en ese momento, no hay duda alguna en saber que esa bendición fue del Señor y su favor del amor hacia nosotros. La fe en Dios es solo eso, es la fe en el amor de Dios que es demostrado hacia nosotros por medio de la relación que tenemos con Él.
Aveces, nuestra forzada suposición pensando lo que la fe es, nos puede causar toda clase de problemas en nuestro camino con Dios, además crea división entre hermanos y hermanas en Cristo. Llegamos a ser infantiles en nuestra reacción a lo que Dios está haciendo, porque asumimos una comprensión equivocada en la fe. La palabra de Dios es la fundación de la fe y en Su palabra es que nos acercamos a Dios como Sus hijos. Prov. 7:24 Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras.
Aveces, nuestra forzada suposición pensando lo que la fe es, nos puede causar toda clase de problemas en nuestro camino con Dios, además crea división entre hermanos y hermanas en Cristo. Llegamos a ser infantiles en nuestra reacción a lo que Dios está haciendo, porque asumimos una comprensión equivocada en la fe. La palabra de Dios es la fundación de la fe y en Su palabra es que nos acercamos a Dios como Sus hijos. Prov. 7:24 Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras.
La fe como de niño dice, “Sí Señor mi Dios, que tu voluntad sea acuerdo a Tu palabra.” Que el rostro de Dios alumbre sobre nosotros y nos de el deseo de nuestro corazón, que seamos esa bendición de Dios que es Su intención para nosotros. Tengamos fe en Dios. ¡Amén!
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