Proverbios 29:1 El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.
Antes de que tuviera el derrame, vivía comiendo cosas que no eran saludables especialmente comidas para causar enfermedades al corazón. Que inevitablemente llegue a tener el derrame y todo el sufrimiento que vino más tarde. Tuve que arrepentirme y le pedí ayuda a Dios para tener un estilo de vida más saludable pues, en la que llevaba estaba equivocado. Aún tuve el descaro de preguntarle a Dios el porqué no me había advertido del problema de salud que estaba por venir, cuando en medio de que pensaba esto, Dios me mostró que en cuatro ocasiones, en cuanto diferentes ciudades, en que lugares y como me había dado a ver en lo que estaba escogiendo para comer. La cosa fue que no reconocí lo severo de la advertencia. Estaba equivocado en mi estimación del potencial problema.
Recientemente acabo de descubrir algo acerca de un escritor que sus libros no me gustan, y estaba juzgando al escritor por ser tan antipático como sus libros. Me encontré una entrevista con este escritor y me sorprendió la cantidad de trabajo que él ha puesto para aquellos que no pueden leer y las generosas donaciones que ha dado a miles escuelas, bibliotecas y becas para el avance de la alfabetización, ayudar a los pobres y marginados por todo Norte América. Estaba equivocado acerca de esta persona, y tuve que arrepentirme por mi actitud hacia él. Todavía no me gustan sus libros, pero he encontrado una nueva admiración y respeto por el alma y corazón de este escritor.
Estaba hablando con mi mecánico un día cerca de uno de sus empleados quien sentía que no era bueno para nada. Y me di cuenta que yo era el no bueno para nada por estar pensando así de él. El hombre a quien me refiero tiene una de las mejores éticas para su trabajo en este establecimiento y es uno de los mecánicos en quien más se puede confiar. Estuve equivocado al juzgar su caracter y habilidades. Juzgué a un hombre antes de llegar a conocerlo. Prov. 30:10 »No ofendas al esclavo delante de su amo, pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias. Otra vez, tuve que arrepentirme. No siempre hacemos lo correcto, pero cuando estamos equivocados tenemos que admitirlo o estaremos en peligro de llegar a destruir algo más allá de una recuperación.
La caída del Rey Saúl era su terquedad de no aceptar criticismo cuando se equivocaba. Las inseguridades de Saúl no podían tolerar reprensión de su hijo Jonatan o cualquier otro miembro de su reino relacionado a la fidelidad de David hacia el reino. Prov. 29:1 El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio. Saúl sospechaba de todas las personas a su alrededor y acusaba a todos de que algo le ocultaban. Su terquedad y determinación de estar siempre en lo correcto nublaba su manera de juzgar en todas áreas de su vida.
La inmadurez emocional que influía a Saúl, permitía a un espíritu de orgullo que lo llevó a lo cura. Lo extraño de este sufrimiento innecesario era que necesitaba a David que tocara música para ayudarle a sacar ese espíritu pesado de depresión con quien Saul luchaba. 1Sam. 16:23b La música calmaba a Saúl y lo hacía sentirse mejor, y el espíritu maligno se apartaba de él. La persona a quien Saúl odiaba, era él quien lo ayudaba a esa ansiedad auto-provocada. Lo único que él tenía que hacer es admitir que estaba equivocado y actuar en este hecho. Saúl murió siendo un hombre celoso creyendo en una mentira por no admitir el estar equivocado.
El orgullo en la vida puede provocar problemas innecesarios en todo aspecto de relaciones. 1Juan 2:16 Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo. ¿Cuantos matrimonios podrían ser salvados con sólo admitir estar equivocados? ¿Cuántas socios hubieran prosperado como gerentes admitiendo haber estado equivocados cuando el plan de trabajo no estaba prosperando? Admitir que estamos equivocados es una cualidad del corazón que viene de Dios y nos pone en lugar de ser ayudados y perdonados. He estado equivocado en muchas cosas, y estoy muy agradecido a Dios que Él no estaba equivocado acerca de mi. Si, aún cuando estamos equivocados El Señor nos ama y nos ayuda a hacer lo correcto. Bendiciones.
Sonríe Y Asiente
Romanos 12:18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. Hablando con mi mamá sobre la dinámica en familia con la que no van a ser fáciles de lidiar. Le pregunté cómo hacía ella cuando se encontraba en estas situaciones, ella me dice,...
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