Proverbios 18:10 Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.
Cada vez que uno de mis libros es publicado y recibo la primera copia, espero con ansias para leerlo de portada a portada. Después de todo es un trabajo mio impreso. De todas maneras, mientras leo y me estoy gozando el libro, estoy también revisando si hay errores que se pasaron de percibidos durante el proceso editorial. No estoy buscando para discredito total del trabajo, sino más bien para mejorar el trabajo final. Solo porque pueda haber algunos errores, esto no significa que todo el libro sea una cancelación. Los errores que encuentro son finalmente corregidos y la próxima edición de los libros es una mejor versión en sí mismo. Si un error es encontrado, no tiro todo el libro, corrijo el error y busco como mejorar como escritor. Corrijo los errores y continuo al siguiente proyecto.
Durante la vida, actuamos similarmente editando el trabajo de nuestra alma en sí mismos. Con la ayuda de Dios, corregimos lo que se necesita corregir en nuestras vidas. Por medio del Espíritu Santo, Dios corrige nuestros errores y nos ayuda a arrepentirnos de nuestros pecados. Solo porque faltamos a una instrucción o arruinamos las dirección de Dios no quiere decir que Él reprocha nuestra vida por completo y nos manda directo al infierno. El Señor nos perdona y sana nuestra alma para que Él pueda presentar una versión mejor de quienes somos en Cristo. Nunca vamos a tener más justicia de Dios que la que obtuvimos cuando aceptamos a Cristo, pero creceremos en el poder de Su Justicia. Jesús quiere presentarnos sin ninguna falta hacia la presencia de nuestro Padre Celestial, y esto solo puede ser posible por medio de la justicia de Cristo. Judas 1:24 ¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia. Aún con la justicia que se nos da en fe en Cristo no deja que arruinemos nuestra vida, pero nos guía y nos ayuda a regresar a los estándares de vivir en Jesús. Todo lo que hace Dios en nuestro corazón es para ayudarnos a ser una mejor versión de lo que Él sabe que podemos llegar a ser. Nuestro Padre Celestial nos ama por lo que somos y quienes seremos por la eternidad. El divino amor que Dios tiene para nosotros nunca es dudoso. Nos protege y nos mantiene a que no caigamos. Prov. 18:10 Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.
Mientras vamos corrigiendo los errores de la vida y sobresaliendo las tentaciones del enemigo, podemos declarar lo que Dios dice acerca de nuestra vida y hablar en fe a nuestro futuro. Podemos expresar la sabiduría de Dios que obra muy dentro de nosotros. Prov. 16:13 El rey se complace en los labios honestos; aprecia a quien habla con la verdad. Nunca tenemos que olvidar que siempre es la justicia de Dios en la que vivimos y no la nuestra. Es por eso que no tenemos que tener pánico cuando pecamos. Rápidamente nos arrepentimos y aceptamos su perdón de gracia en que el Señor obra entre nosotros. Qué regalo más maravilloso el que nos ha dado por medio de Jesús.
La biblia tiene muchos ejemplos de personas que cometieron errores, pecados y que absolutamente cayeron en todo. De todas maneras, Dios tenía un futuro para ellos así como tiene para nosotros. Jacobo trató de forzar la bendición de Dios que obrara sobre él, pero Dios le demostró que solo podía funcionar el esfuerzo de Dios. Gideon creía que él no era nadie, sin embargo, Dios le demostró quién era él con Dios a su lado. El hijo de Jonatan, Mephibosheth creía que era solo un desheredado, discapacitado y totalmente pobre, pero Dios le trajo consuelo por medio de un convenio que se había hecho con el Rey David. 2Sam. 9:7 —No temas, pues en memoria de tu padre Jonatán he decidido beneficiarte. Voy a devolverte todas las tierras que pertenecían a tu abuelo Saúl, y de ahora en adelante te sentarás a mi mesa.
Todos hemos pecado y quedados cortos de la perfección de Dios. El Señor, no se deshace de nosotros y nos tira a la basura cuando cometemos errores o pecamos. Al contrario nos repara y nos está guiando a que escojamos lo correcto. Siempre habrán errores, y fracasos para sobresalir, pero así como este ejemplo de mis libros, los errores son corregidos, compuestos y aun re escritos si hay necesidad, es entonces cuando todo lo re escrito puede ser presentado y publicado, esto creando una mejor versión de lo que una vez fue. Dejemos que Dios haga lo mismo con nosotros. Dejemos que nos corrija, guíe y lave nuestra vida por medio de la sangre del Señor para que podamos salir una mejor versión como la que Dios dice que somos. Jer. 29:11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. ¡Amén y amén!
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