Prov. 8:27 Cuando Dios cimentó la bóveda celeste y trazó el horizonte sobre las aguas, allí estaba yo presente.
¿Porque Dios me hizo con la nariz así? Bien, porque eres único. ¿Porque Dios me hizo bajo de estatura? Porque eres único. ¿Porque Dios me hizo de este color? Tengo que decirlo otra vez, “¡porque eres único!” Eres el resultado de un pensamiento de Dios. Él pensó en ti y aquí estás en un resplandor único. Salmos 139:13 Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. Aún tu doble que hay por allí, pueda que se parezca mucho a ti pero hay sin ninguna controversia, que será tan único como tú lo eres. Somos absolutamente insustituibles, así de único lo somos. Media vez nos vamos de esta tierra, también se va lo que era de nosotros, lo único que va a quedar de ti es lo que sembraste en otros, y esperamos que sea alentador para otros, para seguir adelante y seguir luchando la buena batalla en fe.
Toda tenemos algo que ofrecer al reino de Dios y ser una bendición en este mundo. No tienes que hacer algo magnánimo para que Dios se de cuenta de la unicidad que tienen tus habilidades. Después de todo, fue El quien te dio todos tus atributos. No como las noticias de los famosos y de los ricos que toda su persona y dedicación es para ser notados y llamar la atención para ser valorados. Nosotros ya hemos llamado la atención por El mismo, nuestro Padre Celestial. Jer 1:5-A «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado.
Te has dado cuenta algún día cuando estás sentado en una gran comida familiar, como todos somos diferentes y tenemos cosas que nos gustan y no nos gustan. Escuchamos muchas expresiones de: “que rico, mm mm, delicioso, y que rico se ve.” También hay unos silenciosos de: “no me gustó, algo le faltó, no me sirvan por favor.” Unos miembros de la familia llegan a la mesa vestidos apropiado al festejo y otros sin respeto sin pensar de lo que llevan puesto. Bueno son unos ejemplos ustedes saben a lo que me refiero. Todas estas son diferencias a lo que nos hace únicos. La verdad, que somos verdaderamente de unicidad individua, aveces no somos comunes tampoco extraordinarios. Con estas diferencias deberíamos de movernos hacia las bendiciones del llamado que Dios ha puesto en nosotros. 2 Tim. 1:6 Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. 7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Mira lo diferente que eran los apóstoles con quien Jesus tenía de compañía, de traidor, eravJudas, de amable de corazón lleno de amor era Juan, quien cuidó de la mamá de Jesus después que lo crucificaron. Jesus también tenía a Pedro quien sin pensarlo le cortó la oreja al sirviente de un sacerdote. Juan 18:10 Simón Pedro, que tenía una espada, la desenfundó e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. (El siervo se llamaba Malco.) Nuestro Señor pensó que que el Espíritu Santo escogió a Tomas que nesecitaba demostración y seguridad del poder de su resurrección y cuando lo obtuvo salió a evangelizar y a predicar el evangelio fuera del imperio Romano tan lejos como en la India. Era un grupo de hermanos únicos. La verdad, es que todos estos hombres con su unicidad y su valentía podemos cosechar los beneficios de su trabajo aunque ellos ya no están en esta tierra.
Dale alabanza a Dios por tu unicidad. Apocalipsis 4:11 «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas.» ¿Cuando fue la última vez que expresaste agradecimiento a Dios por crearte en su imagen y semejanza? Nadie pero tú puede agradecer a Dios por tu unicidad. Nadie puede decir alabado sea el Señor de la manera que tú lo dices. La huella de tu voz y la huella de tus dedos, más la manera de ver la vida por medio de los ojos de Dios es solo tuyo y tu Dios. Cuando Cristo es tu salvador no hay alguien en lo absoluto en el universo como tú. Cuando Dios estaba haciendo Convenio con Abraham sobre sus descendientes, Dios dijo algo maravilloso. Génesis 15:5 Luego el Señorlo llevó afuera y le dijo: —Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia! “¡Imagínate!” No hay una estrella en el universo que se parezca a otra y por eso no hay otra persona en historia o en la vida como otra. Nosotros verdaderamente y con la seguridad que no hay otra persona como yo. Prov. 8:27 Cuando Dios cimentó la bóveda celeste y trazó el horizonte sobre las aguas, allí estaba yo presente. Yo estuve en el pensamiento de Dios y con ese amor personal, gracia y misericordia que Dios me ha dado, yo grito, “Alabado seas Señor.” Si, “ALABADO SEAS SEÑOR,” cada uno de nosotros somos únicos! Amen y amen!
Find Other Devotions About:
0 Comments