Proverbios 7:2 Cumple con mis mandatos, y vivirás; cuida mis enseñanzas como a la niña de tus ojos.
¿Qué es lo que tienes previsto que esta interfiriendo con la paz de Dios en tu vida? Puede que no veamos la idolatría flagrante como que está escrito en el viejo testamento, como el de hacer reverencia y deidades al hombre como a, Baal, Astarté y a Dagón, pero idolatría todavía existe entre nosotros. Todo lo que ponemos adelante antes de obedecer la palabra de Dios, resulta en idolatría y finalmente una forma de codicia. Janwillian van de Wetering dijo, “Codicia es un demonio obeso de boca pequeña y cualquier cosa que lo alimentes nunca es suficiente.”
Endulzar la vista, para una persona puede ser diferente para otra. Todos tenemos ideas diferentes de lo que nos hace feliz. Todos hemos escuchado decir a alguien, “Si solo tuviera esto, sería feliz.” ¿Cuántas veces esta declaración vacía ha causado aflicción a la vida de una persona? Llegamos a ser atrapados con un ídolo, que no vemos la burbuja chispeante de ningún valor alguno, lo llevamos en la nariz enganchada guiandonos por mal camino. Lucas 12:15 »¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes».
Nuestra oración a Dios es pedirle ayuda que nos muestre lo barato que es el ídolo que nos está atrayendo fuera de la guía de Dios. Salmos 119:37 Aparta mi vista de cosas vanas, dame vida conforme a tu palabra.
No es nada malo el querer cosas bonitas en la vida, pero no al costo de nuestra relación con Dios. Mantengamos las cosas de Dios en primer plano en nuestros corazones y en nuestra mente para que podamos ver claro cómo vivir en la presencia de Dios. Prov. 7:2 Cumple con mis mandatos, y vivirás; cuida mis enseñanzas como a la niña de tus ojos.
Leemos la historia de Absalón, el hijo del Rey David quien quien anhelaba poder y quería el reino de su padre tanto que su actitud llegó a ser traidora. Absalón literalmente manipuló a la multitud para ganarse el favor de la gente. 2Sam. 15:4 En seguida añadía: «¡Ojalá me pusieran por juez en el país! Todo el que tuviera un pleito o una demanda vendría a mí, y yo le haría justicia». Un verdadero político de hoy día.
Tener poder era el ídolo de Absalón, que se estaba apoderando de su buen razonamiento. 2Sam. 15:6 Esto hacía Absalón con todos los israelitas que iban a ver al rey para que les resolviera algún asunto, y así fue ganándose el cariño del pueblo. La posición de Absalón no fue ganada por medio de servidumbre, al contrario, robó esa posición robandose el corazón de la gente. Este ídolo agarró el caracter de Absalón al punto que ahora conspiraba contra su padre por el trono. 2Sam. 15:10 Absalón emprendió la marcha a Hebrón, pero al mismo tiempo envió mensajeros por todas las tribus de Israel con este mensaje: «Tan pronto como oigan el toque de trompeta, exclamen: “¡Absalón reina en Hebrón!”»
Tristemente Absalón terminó su vida como muchos que han quitado sus ojos hacia Dios, quedando atrapados en los líos de su propia culpa. 2Sam. 18:9 Absalón, que huía montado en una mula, se encontró con los soldados de David. La mula se metió por debajo de una gran encina, y a Absalón se le trabó la cabeza entre las ramas. Como la mula siguió de largo, Absalón quedó colgado en el aire. Esto lo dejó como un objetivo desprotegido, muriendo de tres lanzas puestas en su corazón. 2Sam. 18:14 —No voy a malgastar mi tiempo contigo —replicó Joab. Acto seguido, agarró tres lanzas y fue y se las clavó en el pecho a Absalón, que todavía estaba vivo en medio de la encina.
Si tienes un ídolo en tu vida, entonces por favor recuerda, en cualquier cosa que tengas tu ojo, al punto de obsesión, te va a destruir. No podemos servir a dos maestros. Mateo 6:24 »Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. Ya sea, que Dios sea tu Dios, o Él es solo otra cosa que es practico de tener, hasta que encuentres otra cosa que atraer tu vista. Esta clase de inconstancia de corazón te va a dejar vulnerable a los dardos del enemigo a tu alma debilitando su resolución.
No hay nada en esta tierra que valga la pena regresar, si este ídolo nos evita llenar lo que Dios ha creado para nosotros. No hay nada de valor para enfocarnos, solo que sea Dios mismo. Dios creó nuestros ojos para ver hacia su gloria y estar al día con Él por la eternidad. Heb. 12:2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Mantengamos nuestros ojos en Jesús porque Él es Señor y no un ídolo sin valor.
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