Proverbios 2:8 Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles.
El Papa Francisco escribió en su libro, Felicidad en esta vida, “El santo triste, es una excusa pobre se ser santo.” Él tambien escribió “Un discípulo melancólico es un discípulo de tristeza.”
Nosotros como santos creyentes y discípulos de Cristo, deberíamos de ser las personas más contentas de la tierra. Por medio de la gracia del Señor, nosotros, quien somos los santos de Dios podemos traer esperanza a aquellos que han perdido su camino, en este mundo que cambia constantemente. Después de todo, tenemos la deidad viviendo en nuestro ser y la capacidad de llevar animo celestial. Éstas bendiciones deberían de estar derramando en nuestras vidas. Filemón 1:7 Hermano, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has reconfortado el corazón de los santos.
A veces, nosotros, los santos del Señor, podemos llegar a cansarnos del combate y empezar a perder la visión que una vez fue alcanzable en nuestro corazón. A este punto de fatiga en nuestra fe, devoción y caminando con Dios, tenemos que llegar a escoger, a encender nuestra fe nuevamente. Gálatas 6:9 No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
No es cosa de tu Pastor, tu esposa, amigos o líder el que enciendas tu fe nuevamente, es cosa tuya y de Dios. La gente mencionada puede tener ayuda es el después que tú hayas tomado una decisión en entonar tu fe nuevamente con Dios. Media vez tu hayas orado y pedido a Dios por ayuda a ser fuerte y animado, Dios puede usar a la gente apropiada, eventos y cosas al momento preciso para encender tu alma a que se llene de fe.
Dios instruyo al profeta Samuel en ungir a David como el futuro rey de Israel. David conquistó y mató al gigante Goliat, estaba en vía rápida celestial para la promoción de su reino. Era casado con la hija del rey Saul viviendo la buena vida en el palacio. ¿Qué malo podría suceder? Todo salió mal. David fue acusado falsamente de traición y conspiración de sobre tener el reino de Saul. Terminó que lo andaban cazando y huia por su vida. Ahora tenía que vivir escondido en cuevas en las afueras del pueblo, en las montañas llegado a ser un fugitivo.
David probablemente se preguntó y también a Dios. “¿Yo creí que Samuel dijo que yo iba a ser rey de Israel. Pueda que lo mal interpreté. Qué fue lo que hice el merecer toda esta calamidad en mi vida?” David tuvo que darse aliento en sí mismo en El Señor, que decidir, ya era hora de encender su fe nuevamente. Él viaja a la ciudad de Nob y ahí, le dieron la espada de Goliat. 1 Sam. 21:9 El sacerdote respondió: —Aquí tengo la espada del filisteo Goliat, a quien mataste en el valle de Elá. Está detrás del efod, envuelta en un paño. Puedes llevártela, si quieres. Otras armas no tengo. —Dámela —dijo David—. ¡Es la mejor que podrías ofrecerme!
Dios sabe exactamente qué necesitamos y cuando lo necesitamos. Así como la fe de David necesitaba ánimo, Dios le recordó quien era y que su futuro todavía estaba en las manos de Dios. La espada que usó para cortar la cabeza de Goliat, fue un recordatorio oportuno a todo lo que David había pasado y todas las profecías que se habían dicho eran verdaderas y una inspiración a volver a encender su fe de nuevo. David estaba caminando en un desierto de su vida, pero Dios lo encuentra y le recuerda de su visión y la promesa para su vida. Ahora, David podía decir con valentía, Salmos 63:9 Los que buscan mi muerte serán destruidos; bajarán a las profundidades de la tierra. 10 Serán entregados a la espada y acabarán devorados por los chacales.
Si melancolía y tristeza ha reemplazado tu voz celestial en El Señor, entonces regresa a encenderla. Dios sabe lo que necesitas y que tu fuerza vendrá a través de la fe y gozo del Señor. Neh. 8:10b No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza». ¿Qué fue lo que dejarte ir, que antes era tu visión de Dios en tu vida? ¿Cómo fue que dejaste que las circunstancias de la vida tomara tu llamada, fuerza y ministerio fuera del primer plano de tu mente y espíritu? Enciente tu fe de nuevo y ve por la eterna visión de Dios para tu vida.
Podemos contar con Dios de proteger nuestros sueños que Él sembró en nuestro corazón cuando fuimos creados. Como fieles de Dios, guardemos el camino que Dios a puesto para nosotros para que el propósito de nuestra vidas llegue a cumplirse. Prov. 2:8 Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles.
Aun así, tenemos que encender nuestra fe nuevamente y mantenerla encendida. Claro que hay tiempos en que titubeamos, pero la fe en el Señor nuestro Salvador nos levanta y pone el grito de victoria de nuevamente en nuestro corazón.
Como fieles en Cristo, podemos romper la tristeza que es predominantemente en este mundo, en estar llenos de gozo del Señor. Que Dios nos recuerde a todos nosotros, de los gigantes que hemos vencidos y las victorias que hemos ganado porque Jesús está en nuestra vida. Amen!
0 Comments