Prov 3:29 No urdas el mal contra tu prójimo, contra el que ha puesto en ti su confianza.
El pecado verdaderamente nos separa de nuestro lugar en esta vida, vecindario y por la tierra. No hay lugar para una persona que quiera escapar el castigo del pecado sin que haya un costo a su redención para regresar al Edén por decir asi. Durante la desobediencia del hombre, el pecado llego a tomar estancia en un lugar muy intimo donde Dios y el hombre vivían juntos. La presencia de la vida y el amor de Dios resplandece en todo lo viviente que existe. Edén fue un lindo lugar perfecto, creado por Dios donde el hombre vivía con una relación completamente abierta con su Dios su creador. No había conocimiento de pecado o separación de Dios. Cuando el pecado entró a la perfecta morada donde el hombre vivía y Dios visitaba en las horas fresca de la tarde, se desató el infierno y otro lugar de existencia había que buscarse para la humanidad. Génesis 3:24 Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines, y una espada ardiente que se movía por todos lados, para custodiar el camino que lleva al árbol de la vida. Hemos vivido en el oriente del Edén desde entonces. Vemos el efecto del pecado llevando al hombre lejos de la presencia de Dios cuando Caín asesinó a su hermano. La consecuencia agrego separación de Dios, familia mas la distancia del Edén. Génesis 4:16 Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod, al este del Edén.
La tierra de Nod o el otro lado de la ciudad donde los presupuestos de la municipalidad raramente llega y la desesperación parece inevitable. El significado básico de la palabra Edén quiere decir, deleite, placer o lujo. De pensar que Dios creó y estableció nuestra morada en medio de lujo y placer es algo muy lindo de imaginar lo que era la intención de Dios para nosotros obtener en esta tierra. Edén es nuestro verdadero hogar y lugar de ser pero con la consecuencia del pecado el mundo el resultado es una corrupción opuesta a lo que es el Edén. Viviendo bajo nuestros propios términos y creencias nos aumenta la separación de Dios y el lugar de lujo y deleite ha sido anulado y perdido.
La belleza de ser reconciliados con Dios por medio de Jesucristo es que podemos empezar a buscar nuestro camino de regreso a Edén y saborear la bendita bondad de Dios en la tierra. Salmos 34:8 Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian. Somos afortunados en eso cuando Jesus es El Señor de nuestras vidas, podemos llevar la paz de Dios y el Edén a cualquier situación que estemos caminando. Efesios 6:15 Y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Parte de nuestro mandato cristiano es llevar bendiciones de Dios de regreso a la tierra donde sea que vivamos. Isa. 51:3 Sin duda, el Señor consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos.
Alguien pueda decir, “Eso nunca pasaría en mi vecindario por todos los problemas que tenemos.” La paz empieza en nuestro hogar y luego fluye exteriormente hacia nuestro barrio. Tenemos que llegar a ser en corazón y actitud el verdadero vecino que quisiéramos tener a la par de nuestra casa. Con el tiempo y oración Dios puede transformar el vecindario o el barrio mas duro en lugares donde la gente desea vivir y crear a su familia. Eze. 36:35 Entonces se dirá: ‘Esta tierra, que antes yacía desolada, es ahora un jardín de Edén; las ciudades que antes estaban en ruinas, desoladas y destruidas, están ahora habitadas y fortalecidas.’ Con èsta actitud transformada,toma esfuerzo y gracia en nombre de todos? Absolutamente, pero con Dios, todas las cosas son posible. Dios tiene el plan original del Edén y podemos pedirle un original que sea específico para que funcione en nuestro hogar y nuestro vecindario. Salmos 2:8 Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra! Puede que no te lleves bien con tu vecino en este momento pero puedes pedirle a Dios por sus almas que sean salvadas y lleguen a ser residentes del reino de Dios. Quien sabe, durante este proceso pueden llegar a ser tus mejores amigos y ayudarte a convertir el vecindario en un Edén que valga la pena vivir. En Porv. 3:29 No urdas el mal contra tu prójimo, contra el que ha puesto en ti su confianza. Que todos podamos dejar de mudarnos al oriente del Edén y regresemos las bendiciones ahora mismo. Padre, en El Nombre de Jesus ayúdame a ser el vecino que yo quiero tener a la par de mi casa. Amén.
Mientras Todavía Podamos Respirar
Génesis 2:7 Y Dios el Señor formó al ser humano del polvo del suelo; entonces sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente. Desde el primer soplo de aliento que fue transferido a las nasales de Adan, fue la propia fuerza infinita...
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