Prov. 8:24 Cuando señaló los límites del mar, para que las aguas obedecieran su mandato; cuando plantó los fundamentos de la tierra.
Cabal, otro anuncio acerca del fin del mundo por un supuesto otra predicción. Vi la predicción ominosa en la portada de una revista de noticias esta semana. Otro argumento apocalíptico en que yo y el resto del mundo no podemos escapar acuerdo al artículo. Todo ha terminado para mí y para todo ser humano. Puedo recordar predicciones acerca del fin del mundo toda mi vida, aún cuando estaba en la escuela primaria en los años de mil novecientos cincuenta cuando se practicaba con los alumnos, de meterse bajo los escritorios por si había una explosión nuclear. No estoy seguro que era lo que pensaban los maestros pues si había una explosión nuestros escritorios no nos hubiera protegido de algo así tan desastroso y destructivo. Me imagino que por lo menos era algo en ese tiempo. ¿A què se debe esto y las predicciones que aparecen frecuentemente? Sí, la palabra de Dios nos dice de tiempos de grandes tribulaciones, pero todos los eventos mundiales son alarmas para estos tiempos. Mateo 24:6 Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Jesus nos dice que no nos asustemos por lo que vemos pero que continuemos viviendo en fe. No estoy diciendo que caminemos sin rumbo en un “Que será, será” pues tenemos que llevar la vida en serio pero no a precio de nuestra paz. Filipenses 3:7 Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Mientras pensaba en las predicciones, me doy cuenta que el final del mundo ya ha pasado para mí años atrás cuando acepté a Cristo como mi se Señor y Salvador. Yo sé que estoy usando palabras aquí, pero cuando Jesus llegó a ser El Señor de mi vida fue el fin del mundo que yo conocía. 2 Cor. 5:17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Yo ya no soy residente de este mundo y su sistema tampoco vivo acuerdo a las creencias humanísticas. Soy residente del reino de Dios. Efesios 2:19 Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Cuando llegamos a ser cristianos, y dedicamos nuestra vida a Dios fue el final de este mundo por decir así, pues ya no servimos nuestros deseos humanos en naturaleza pero somos sirvientes de El Dios Altísimo.
Antes de que Saúl saliera a Damascos y tuvo el encuentro con Jesus y cambió su mundo por completo, él estaba arraigado en el sistema religioso de Israel. Media ves fue revelado a èl que Jesus es Señor, el mundo que él conocía fue terminado. El cambio radical en Saúl fue tan grande que llegó a ser el Apostólico Pablo y escribió la mayoría de los libros del Nuevo Testamento como ahora lo sabemos. Verdaderamente fue el final del mundo para èl, el mundo que conocía. Filipenses 3:8 Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo 9 y encontrarme unido a él.
¿Que es lo mundano que todavía reina en tu corazón? ¿Necesitas una experiencia del fin del mundo para sobre pasar una esclavitud en particular? Pensándolo así tal vez no es mala idea para algunos de nosotros para sobresalir cosas mundanas no deseadas por decir así. Jesus nos advierte que no nos preocupemos lo que el mundo hace porque El ha vencido al mundo. El fin del mundo y lo que nos sostiene ha terminado acuerdo a lo que Jesus se refiere. Juan 16:33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
Cuando ponemos primero a Jesus en nuestro corazón y en nuestra vida vencemos a las cosas que nos trae miedo y duda. El reino de Dios es un lugar y dominio donde podemos reinar con Cristo y estar en el mundo en que vivimos pero no ser sujetos a sus influencias. El enemigo de nuestra alma usa el miedo que causa inseguridades e inferioridad que reta al reino de Dios y a nuestra residencia en ella. No temas la avalancha de predicciones futuristas que hablan de destrucción sin parar en esta tierra. La tierra le pertenece a Nuestro Señor y si estamos en El sobrepasamos el miedo que causa las predicciones del fin del mundo. No tenemos el espíritu del miedo reinando entre nosotros. 2 Tim. 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Estamos en Cristo El Rey de Reyes y Señor de Señores. Es El quién es dueño de nosotros. No hay final para nosotros que estamos en Cristo porque viviremos para siempre con nuestro Señor. Amen!
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Gracias por orar por mi y tus palabras bondadosas, aprecio mucho tus comentarios. Si el blog puede ayudar a tus estudiantes, sientate libre para usarlo. Que El Señor te bendiga y continue agrandar tu misnisterio en Cristo.
Buen día, quiero decirle que me gusto mucho este Blog. el fin Del mundo realmente entenderlo de esa manera es bien especial, lo estudiare y cuando lo tenga bien quiero compartirlo con los jovenes de la iglesia. que nuestro padre que esta en el cielo lo siga usando poderosamente a través de su Espíritu Santo llenándolo de sabiduría para seguir trabajando en su obra, de esta manera, bendiciones un abrazo y hasta pronto.